DYN816, BUENOS AIRES 05/10/2017, ARGENTINA VS PERU .FOTO:DYN/RODOLFO PEZZONI.

 

 

Argentina quedó al borde del precipicio. A punto de toparse con una situación que vivió por última vez hace 47 años: puede quedarse afuera del Mundial de Rusia 2018. El partido ante Perú lo dejó parado ante un panorama desolador. Una especie de conclusión lógica tras atravesar un itinerario repleto de sucesos caóticos.

 

El fútbol vivió el proceso más convulsionado de su historia tras el Mundial de Brasil. Entre problemas políticos severos y fallas deportivas, padeció dificultades de todo tipo. Un resumen de las desorientaciones y las malas decisiones que derivaron en este presente.

 

1- TRES ENTRENADORES EN UN AÑO

 

El 12 de agosto del 2014, Gerardo Martino asumía el cargo vacante que había dejado Alejandro Sabella. Julio Grondona había muerto unas semanas antes, finalizando un mandato de 35 años. Luis Segura había asumido su lugar como presidente de la AFA y el Tata llegaba en un contexto de debilidad política, pero con un paso reciente por el Barcelona.

 

Dos años más tarde, tras alcanzar dos veces consecutivas la final de la Copa América, el entrenador decía dar un paso al costado agotado por la batalla interna de la AFA que había decantado en la imposibilidad de armar un plantel competitivo para disputar los Juegos Olímpicos.

 

El 5 de julio del 2016 se abría un proceso que finalizaría el 1 de junio del año siguiente con la asunción de Jorge Sampaoli. En el medio, Edgardo Bauza fue elegido por la Junta Interventora como sucesor y duró apenas ocho partidos: fue el técnico que menos permaneció en el cargo en los últimos 43 años.

 

El arribo al gobierno de Claudio Tapia generaría un nuevo cambio de líder en la AFA, acompañado por un nuevo rostro en el banco de suplentes de la selección argentina. Decidieron echar a Bauza para traer a Sampaoli, quien llegó en medio de sospechas hasta del propio DT saliente.

 

2- CASTING DE ENTRENADORES

 

El codiciado puesto de entrenador de la selección argentina se desvalorizó a toda velocidad, producto de la guerra política interna. Armando Pérez, máximo directivo de la Junta Interventora, organizó una especie de casting para ocupar el cargo vacante de Gerardo Martino.

 

Descartados Marcelo Bielsa, Diego Simeone, Carlos Bianchi y Eduardo Berizzo, el directivo armó diferentes cónclaves con Edgardo Bauza, Miguel Ángel Russo, Ramón Díaz y hasta con Ricardo Caruso Lombardi, quien logró imponer su apellido por intermedio de sus declaraciones resonantes.

 

El Patón resultó elegido tras esa serie de reuniones y, para colmo, Pérez no mostró un apoyo absoluto. Dos meses después de su designación, el presidente de la Junta Interventora lo criticó: "Desearía que jugara mucho mejor y tuviéramos mejores resultados". El técnico permaneció en la selección sólo 251 días.

 

3- EL FRACASO DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS

 

Faltaba un mes para el inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y apenas 10 días para entregar la lista de futbolistas citados cuando Gerardo Martino decidió pegar el portazo cansado de no poder armar un equipo competitivo ante la constante negativa de los clubes de entregar a sus profesionales. La AFA no le dio respuestas y el equipo quedó sin liderazgo.

 

De urgencia, decidieron nombrar en el cargo de manera interina a Julio Olarticoechea, que venía de ocupar baches en la Selección: dirigió a la Sub 20, la Sub 15, la Sub 18, la selección femenina y hasta un Sub 23 de jugadores del ascenso.

 

Armó un equipo como pudo y eso se reflejó en el magro resultado final. Perdió con Portugal, venció con lo justo a Argelia y se despidió en primera ronda tras empatar –con un gol agónico– ante Honduras, que luego perdería 6-0 en semifinales contra Brasil.

 

Hacía 52 años que un equipo nacional no quedaba eliminado en primera ronda de este tipo de certámenes.

 

4- EL OTRO CASTING DE ENTRENADORES: ÚBEDA A LAS JUVENILES

 

La Junta Interventora de AFA no sólo realizó un casting informal para encontrar al técnico de la selección mayor, también hizo lo propio con las juveniles: lanzó un llamado oficial a todos aquellos que quisiera presentar un proyecto. En total, 44 profesionales enviaron propuestas para hacerse cargo de las categorías nacionales menores.

 

Fue elegido Claudio Úbeda, que no había estado en ninguno de los 44 proyectos presentados. La improvisación, lógicamente, tuvo su correlato en los resultados de la Sub 20.

 

Argentina sufrió para clasificarse al Mundial de Corea del Sur de la categoría. En la instancia definitiva del Sudamericano disputado en Ecuador, apenas ganó dos partidos y precisó de esperar un resultado ajeno tras disputar su último encuentro para sellar su milagroso pase a la Copa del Mundo.

 

Una vez en la cita mundialista, ni un milagro lo salvó: fue goleado por Inglaterra y cayó frente a local Corea del Sur. Si bien vapuleó a Guinea en la última fecha, de poco le sirvió y se despidió en primera fase. Con el arribo de Sampaoli, Sebastián Beccacece tomó su rol y la estadía de Úbeda se terminó en apenas 280 días.

 

5- LA RENUNCIA DE LIONEL MESSI

 

"Se terminó para mí la Selección". Las palabras de Lionel Messi minutos después de perder la segunda final consecutiva de Copa América ante Chile todavía resuenan. El capitán argentino había decidido aquel junio de 2016 retirarse del combinado nacional al no poder conquistar un título.

 

Si el mejor jugador del mundo y de los mejores de la historia sentía que no estaba a la altura de la selección argentina, ¿quién podría estarlo? Messi así lo pensó y en Estados Unidos anunció su renuncia oficial al equipo nacional. Días más tarde, se concretaría la dimisión de Gerardo Martino para terminar de completar un panorama devastador.

 

El público decidió jugar su rol en este tablero: las redes sociales explotaron con el pidiéndole al capitán que no se vaya y hasta se realizó un banderazo en el Obelisco para revertir su decisión.

 

Dos meses más tarde, tras la reunión en Barcelona con Edgardo Bauza, Messi publicó un comunicado para anunciar que daba marcha atrás de su primera notificación: "Amo demasiado a mi país y a mi camiseta".

 

Si bien no llegó a ausentarse a ningún partido de Argentina a raíz de la primera determinación, el cimbronazo significó un daño mayúsculo a una estructura ya resquebrajada por los diferentes conflictos.

 

6- LA PELEA DEL PLANTEL CON LA PRENSA

 

Como capitán del equipo, Lionel Messi fue el gran protagonista de otro hecho que marcó un quiebre en la selección argentina. "Estamos acá para comunicarles que hemos tomado la decisión de no hablar más con la prensa", señaló el del Barcelona ante los medios.

 

La comunicación se dio el 15 de noviembre del 2016, luego del triunfo de Argentina 3-0 sobre Colombia en el Estadio Bicentenario de San Juan, partido correspondiente a la 12ª fecha de las Eliminatorias.

 

La decisión, que está a punto de cumplir un año el próximo mes, se tomó luego de que un periodista dijera que Ezequiel Lavezzi había tenido problema con la marihuana.

 

7- SUSPENSIÓN DE LIONEL MESSI

 

Al término del partido con Chile, Lionel Messi se acercó al asistente del árbitro brasileño Silvio Ricci y lo insultó en el rostro. Cinco días más tarde, a horas de disputar el compromiso contra Bolivia en la altura de La Paz, la FIFA emitió una dura sanción: cuatro partidos de suspensión, a cinco fechas del final.

 

Argentina perdió contra Bolivia en aquel compromiso y la AFA contrató a un grupo de abogados especialistas para conseguir reducir la condena, aprovechando los cinco meses que faltaban para la siguiente presentación del combinado nacional.

 

Finalmente, la FIFA decidió dar marcha atrás en la suspensión que había impuesto dos meses más tarde de haberla dictado y permitió que Messi sea parte del equipo en la recta final de las Eliminatorias.

 

 

8- RESULTADOS INESPERADOS

 

 

Está claro que detrás de todos los desmanes políticos y estructurales, también hubo una problemática deportiva. Argentina dejó en el camino puntos importantes contra rivales de menor envergadura y así puso en riesgo su clasificación al Mundial.

 

El inició quedó lejano, pero ya marcó un precedente preocupante: derrota contra Ecuador en el debut como local y empates consecutivos contra Brasil y Paraguay. Dos puntos sobre nueve disputados.

 

Sin embargo, lo más resonante llegaría en la era Bauza con una seguidilla de golpes: empate como visitante con Venezuela –último de la tabla–, derrota con Paraguay en Córdoba y una abultada goleada frente a Brasil.

 

La caída con Bolivia en La Paz –sin Messi– marcó el fin del ciclo Bauza, pero el arribo de Sampaoli no modificó la tendencia: una inesperada igualdad con Venezuela en el Monumental dejó al equipo al borde del precipicio. El resultado frente a Perú sólo incrementó la situación.

 

9- TRES DERROTAS CONSECUTIVAS EN FINALES

 

El inicio del ciclo de derrotas en duelos importantes bien podría marcarse en el 13 de julio del 2014, cuando Argentina perdió la final del Mundial de Brasil ante Alemania con un gol agónico de Mario Götze.

 

Suena injusto atacar a un equipo que alcanzó tres finales –dos de ellas en Copa América–, aunque queda claro que las caídas en los partidos definitorios del 2014, 2015 y 2016inclinaron la balanza moral para un costado negativo.

 

Tras lo acontecido en el Mundial, la Selección arribó a la final de la Copa América de Chilecomo gran candidato: empató en el tiempo reglamentario y cayó en los penales, con Gonzalo Higuaín como uno de los grandes apuntados. Chile conquistó por primera vez un título de estas características.

 

Un año más tarde hubo revancha en Estados Unidos, en la Copa América Centenario. Argentina, en gran nivel, otra vez era el máximo favorito ante Chile. Nuevamente hubo empate en tiempo reglamentario y otra vez la Roja sacó ventaja en los tiros de penal. Messi alcanzaba su cuarta derrota en finales con el equipo nacional.

 

10- LA MUERTE DE GRONDONA, EL 38-38 Y UN DENSO CLIMA POLÍTICO

 

El punto político es, quizás, el más influyente en la actualidad de todo el fútbol argentino. Apenas unas semanas después de la final contra Alemania por el Mundial, sucedía el mayor punto político de inflexión: la muerte de Julio Humberto Grondona.

 

El intempestivo final de mandato del hombre que manejó 35 años seguidos uno de los puestos con mayor ascendencia en la sociedad argentina abrió una grieta de intereses que recién se zanjaría tres años más tarde con el arribo al poder de Claudio Tapia.

 

La decisión inicial fue la de nombrar al vicepresidente Luis Segura como sucesor hasta las elecciones. Pasó un año y medio de tensa calma. Conviviendo entre el duelo por la partida del líder supremo y el surgimiento de nuevos personajes en un escenario político que vivió cuatro décadas de un juego absolutamente cerrado.

 

El 3 de diciembre del 2015 un inesperado quiebre obligó a un replanteo profundo: las elecciones presidenciales que tenían a Segura y Marcelo Tinelli como candidato terminaron empatadas 38-38. Votaron 75 dirigentes. Hubo 76 votos. No se pudo determinar dónde estuvo el error y el acto quedó nulo.

 

Sin acuerdo entre los mismos dirigentes, la FIFA terminó irrumpiendo en la escena entre tironeos políticos, presiones e intereses cruzados de todos los ámbitos. A seis meses de aquel bochornoso escenario, asumió una Junta Interventora encabezada por Armando Pérez con la obligación de ordenar el panorama y alcanzar unas elecciones.

 

Nada de eso pasó: el conflicto político interno escaló día a día, con acusaciones diversas y con el comité nombrado por FIFA viendo cómo su escaso poder se resquebrajaba por los problemas externos e internos.

 

Entre la muerte de Grondona y la irrupción de Tapia, el fútbol argentino convivió con todos estos sucesos: la creación de un torneo de 30 equipos y la posterior eliminación moderada del formato, el nacimiento de la Superliga, el movimiento constante del calendario del torneo, el fin de las transmisiones televisivas del Fútbol para Todos, tres entrenadores distintos en la selección mayor, dos derrotas en finales, otros cuatro entrenadores entre la Sub 20 y la Sub 23, la muerte de un jugador profesional en pleno partido y un FIFA Gate que hizo ruido, entre otras tantas cosas. Suficiente explicación.