Estar informado de lo que pasa con el consumo del vino es vital para las inversiones futuras o los nuevos desafíos en la vitivinicultura. No conocer tendencias y quedarse produciendo algo que nadie o pocos van a comprar ha sido parte de nuestra historia de no reacción ante los cambios del mercado. Y la estamos pagando con una crisis de sobrestock importante. Hoy el vino no se vende solo. Se vende junto a el turismo, con el arte, con la música, etc, y para eso hay que adaptarse a lo que viene.
Un informe de la Unión Europea vaticina para el año 2030 una serie de hipótesis sobre el consumo y el mercado del vino, que es muy bueno reproducir.
La Comisión Europea, a través de la Dirección de Agricultura y Desarrollo Rural en colaboración con el Joint Research Centre, han publicado el pasado 18 de diciembre sus proyecciones anuales sobre evolución de la agricultura europea de cara al año 2030.
En estas proyecciones, en las que se incluye por segundo año consecutivo el vino, han colaborado un gran número de expertos para la realización del informe, entre los que se encuentra el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), como principal experto europeo en la materia.
En el informe y en la parte correspondiente al vino, además de analizar brevemente la situación actual del sector, se plantean las siguientes hipótesis que pueden condicionar la evolución en el medio y largo plazo la industria del vino:
1. Estabilidad en el consumo
Pese a los síntomas de cierta recuperación puntual en algunos países, se producirá en general un descenso moderado del consumo per capita en Europa en torno a una media de 25 litros por persona y año en 2030 que, sin embargo, unidos al aumento de la población, supondrá una gran estabilidad en el consumo de vino en Europa.
2. Caída en el consumo de destilados de vino, vinagre y vermut
Aunque el consumo de vino se mantendrá relativamente estable, la caída será algo mayor de los denominado “otros usos”, incluyendo destilaciones y producción de vinagre y vermut.
3. Las exportaciones seguirán siendo un buen negocio
Las exportaciones de vino a países de fuera de Europa seguirán en aumento. Europa exportará a países terceros un 1,7% anual más, hasta alcanzar los 27 millones de hectolitros. Las exportaciones estarán lideradas por una mayor demanda de vinos embotellados, tanto tranquilos como espumosos, que llegarán a representar el 71% y el 13% respectivamente del total de las exportaciones en 2030
4. Se arrancará una parte importante del viñedo europeo
Se espera que se mantenga la reducción paulatina del viñedo en Europa pero a un ritmo menor que en el pasado (0,7% anual hasta el 2030 frente al 1% de los años anteriores), por arranque importante de viñedos no compensado por las nuevas plantaciones, que se realizarán mayoritariamente bajo la protección de alguna indicación geográfica.
5. Aumentará la producción de uva
Pese a que el viñedo europeo será de menor superficie, se esperan mayores rendimientos medios (a ritmo del 0,5% anual hasta los 57,6 hl/ha en 2030). Existirá mayor concentración de producciones en zonas mas productivas, pese a las limitaciones de rendimientos en indicaciones geográficas.
6. Caerá la producción de vino
El aumento de rendimientos del viñedo no se cree que pueda compensar suficientemente la perdida de viñedo por lo que se prevé que la producción global europea mantenga su ligera caída del 0,2% de media anual (más suave que la del período 2005/15 que fue del 0,5%) hasta 2030.
7. Europa comprará más vino a granel
Las importaciones se espera que crezcan más ligeramente que las exportaciones (0,8% anual) y que en ellas cobren mayor protagonismo las realizadas a granel, que podrían alcanzar el 70% del total frente al 63% actual.