Uno de los habituales actos en que las abuelas se hacen presente para expresar sus reclamos.

La protesta semanal de un grupo de abuelas de Varsovia "contra el odio y el nacionalismo que impera en la política actual de Polonia” se ha hecho viral gracias a las redes sociales, donde se han convertido en tendencia con sus mensajes contra los políticos, recordando en cierta forma -aunque con notorias diferencias- el accionar de las "abuelas de Plaza de Mayo”.

"Protestamos contra la deriva que está tomando la sociedad polaca, porque vemos que ha aumentado la exclusión y el odio, algo que solo puede traer cosas malas e incluso puede conducir a una guerra civil”, lamentó en declaraciones la "abuela Janina”, como ella misma se denomina.

"Tengo tres nietos fantásticos, y quiero que vivan en una sociedad tolerante, justa y buena”, afirma esta mujer, que como el resto de sus compañeras porta una pancarta, en su caso donde pide "entendimiento y respeto a los polacos” para evitar un conflicto civil.

El temor que expresa la abuela Janina es compartido por una parte de la sociedad polaca, que ve con preocupación los efectos de las polémicas reformas impulsadas por el Gobierno del partido nacionalista Ley y Justicia (PiS), que desde la mayoría absoluta lograda en 2015 ha puesto en marcha sus políticas con total libertad.

Entre esas reformas preocupan especialmente la de la justicia, incluida la reforma del Tribunal Constitucional y la fórmula de elección de los altos magistrados, a partir de ahora elegidos por el Parlamento y no por los propios jueces, algo que ha provocado fuertes críticas tanto dentro como fuera de Polonia.

De hecho, Bruselas ha abierto un proceso sancionador contra el país centroeuropeo al entender que esta reforma vulnera el estado de Derecho.

Desde la victoria de PiS en 2015, las protestas se han sucedido en toda Polonia y fueron especialmente masivas contra los planes del Ejecutivo de restringir el aborto, aunque nunca antes habían sido protagonizadas por un grupo de abuelas que dicen estar "aterrorizadas” por el discurso del odio que se ha apoderado del país.

En ese clima de odio al que se refieren las "Abuelas Polacas”, como se hacen llamar estas manifestantes, se produjo el asesinato el pasado enero del alcalde de la ciudad de Gdansk (norte de Polonia), Pawel Adamowicz, un político liberal defensor de la acogida refugiados y del colectivo LGTB.

La protesta semanal que desde hace dos meses protagonizan las "Abuelas Polacas” en una céntrica plaza de Varsovia había pasado desapercibida hasta que Maliszewski subió hace dos semanas un vídeo a su cuenta en una red social, momento a partir del cual los medios de comunicación polacos se han hecho eco de la protesta.

 "Luchamos contra ideas erróneas que se han instalado en nuestra sociedad, vamos mas allá de la política, protestamos contra el discurso del odio, contra hechos como el ahorcamiento simbólico de eurodiputados, por ahora solo hechos puntuales pero que pueden llevar a una guerra civil”, afirma Jadwiga, otra de estas abuelas.

Mientras, la sociedad polaca sigue dividida entre partidarios y detractores del actual Gobierno, a casi 40 días de las próximas elecciones generales (el 13 de octubre), para las que Ley y Justicia parte como claro favorito según todos los sondeos. 

 

Por Nacho Temiño
Agencia EFE