La carrera de Max Wright estuvo marcada por un episodio en 2012 que hoy se resignifica tras su muerte a los 75 años e invita a reflexionar sobre la falta de límites de algunos medios de comunicación.
En el año 2012, un hombre filmó al actor consumiendo crack y teniendo sexo con dos hombres, para luego vender el material al diario National Enquirer.
"Estrella de Alf atrapado en un fumadero de crack", fue el título de la nota, que violó su derecho a la intimida. En el texto, además, se entrevistó al hombre que grabó el video, un improvisado director de cine.
"Su vida estaba tan fuera de control que no tenía miedo de contraer el SIDA. Max ha tenido sexo sin protección conmigo y con gente sin hogar, y con todos se ha drogado. Él accedió a ser filmado con dos gays que encontramos en la calle. Eran personas sin hogar", comentó.
Antes de esto, y luego de haber superado un linfoma, en 2000 y 2002, Wright también fue noticia por conducir ebrio. El actor tenía dos hijos, y algunas versiones indican que perdió el rumbo cuando su mujer Linda lo echó de su casa y se fue a vivir solo.
Tras la publicación, Wright negó los hechos pero no realizó ningún juicio por violar su derecho a la intimidad, y la revista no se retractó. Las imágenes, sin dudas, le arruinaron la imagen "paterna" que él había construido con su recordado papel en la sitcom de los ochenta.