Con un planteo ofensivo tal cual es su característica de juego, Las Aguilas lograron una cómoda como contundente victoria sobre Alemania por 6-1 y se metieron en la finalísima de la categoría en los Juegos Mundiales del Patín, que se desarrollan aquí, en Nanjing, China.
La actuación de las chicas argentinas no dejó dudas. Todas alcanzaron un excelente nivel de juego y lograron un triunfo totalmente merecido. Llegan así al partido decisivo del sábado por el título con una campaña notable: Cinco triunfos en la misma cantidad de presentaciones.
No tardó mucho la Argentina en dejar en claro que buscaba protagonismo y, por supuesto, la victoria. Es que los primeros minutos de juego fue dominio completo de Las Aguilas. Moviendo la bocha por todo el frente del ataque. Y acelerando cuando se lo propuso. Alemania sólo trató de hacer pasar el tiempo y aguantar en cuadrado chico. Tal vez el único defecto argentino fue que nadie eligió pegarle desde lejos, porque hubiese sido una variante válida para vencer a la segura arquera alemana.
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Son las finales de un Mundial que ha jugado la Argentina en categoría damas. En las cinco terminó quedándose con el título. Es decir que la vez que jugó una final, la ganó. Es buen presagio para mañana, cuando dispute su sexta final.
Valentina Fernández y Luciana Agudo tuvieron sendas oportunidades de marcar. Pero no lo hicieron porque las chicas argentinas se obsesionaron con atacar por el medio y estaba claro que esa era una zona superpoblada por las alemanas y todo se hacía complicado.
Pero estas chicas la tienen más que clara. Y ellas “vieron” que se iba a dar un espacio por esa zona media. Y fue la habilidosa Luciana Agudo la que sacó ventaja de ese lugarcito. Se amacó dos veces y se la levantó a la arquera alemana Reinert para convertir un golazo. Esa apertura del tablero tranquilizó a las argentinas porque vieron que el dominio podía cristalizarse en el marcador. Y puso más nerviosas todavía a las alemanas. Pero no tuvieron variantes ni armas para equilibrar el dominio argentino.
En los minutos siguientes el partido entró en uno cono de sombras. Se hizo más equilibrado pero completamente impreciso. La Argentina ya no tuvo más oportunidades directas y Alemania fue sin ton ni son.
Hasta que a los 16’ volvió a aparecer la “distinta”: Luciana Agudo. Una media pared con Julieta Fernández y otra vez adentro, metiéndose por el medio. Con esa ventaja el equipo de Moreno aprovechó para dosificar fuerzas. El técnico fue variando el equipo titular y todas respondieron. Tanto que antes que finalizara la etapa, Adriana Gutiérrez se despachó con el tercero. Casi lapidario, porque Alemania tenía que soñar demasiado si sus deseos eran al menos equilibrar el marcador.
Años y DT
Las Aguilas fueron campeonas por primera vez en el año 1998. Aquel equipo lo dirigió Miguel Gómez. Luego, en los años 2002 y 2004, gritó campeón siendo dirigidas por Mario Calderón. Y en los años 2010 y 2014 logró la corona teniendo como técnico al “Negro” Jorge Otiñano.
Por supuesto nada de eso sucedió al inicio del complemento. Porque las Aguilas siguieron concentradas y vulneraron dos veces más el arco rival. Primero fue Daiana Silva. Después Valentina Fernández. Ya, lo que quedaba, estaba de más. Por eso el gol de Julieta (el sexto) y el descuento alemán sólo aportaron para las estadísticas.
Una semifinal que la misma Argentina hizo que fuese sin complicaciones. Porque jugó a dientes apretados, sabiendo que sus fuerzas son superiores a Alemania. Goleó con cifras contundentes. Porque así se lo propuso.
Ahora tiene que esperar el último partido. La final que le puede devolver el oro que en Iquique, el año pasado, dejó que se le escapara. Tal vez lo haya prestado por unos meses y ahora lo quiere tener de vuelta en sus manos.