Trabajos. La firma Cicón instaló las cañerías en el Barrio Natania XV, pero el proceso se frenó por la falta de pagos de los certificados. Los vecinos de la zona reclaman constantemente que las tareas se reactiven. 

 

Por cambios en el proyecto original, con la instalación de una cañería colectora de mayor capacidad y nuevos recorridos, sumado a la variación de precios desde 2017 a la fecha, las cloacas de Rivadavia están paralizadas y no hay fecha de reactivación. Según indicó el presidente de OSSE, Juan Carlos Caparrós, las modificaciones y las redeterminaciones de precios se han presentado en el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (EHNOSA), organismo nacional financiador, pero hasta el momento no está confirmado el OK final para destrabar los pagos y seguir con la obra. Incluso, OSSE tiene personal en Buenos Aires trabajando sobre el tema y el conflicto se da en el medio de un cambio de administración nacional. De haberse cumplido el plazo original de las tareas, la obra debería estar terminada. 

Las cloacas de Rivadavia tiene dos frentes adjudicados a empresas diferentes. Ambas se licitaron en julio de 2017, a fines de ese año fueron adjudicadas y las tareas arrancaron en abril de 2018 con un plazo de ejecución de 18 meses. La primera zona corresponde al “Colector Sudeste y Redes Colectoras de Villa Seminario, Barrio Meglioli, Camus, Natania XV y otros”, beneficia a 10.000 habitantes en forma directa y está en manos de Cicon SRL por 124.474.317,81 pesos. La segunda es la instalación de las “Redes Colectoras del Barrio Municipal, Bancario, Los Ceibos, Foeva y otros”, con un impacto directo para 13.000 personas, tareas a cargo de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) integrada por César Borrego y Darío Fojo Construcciones, por 82.856.862,15 pesos. Una de las obras tiene un avance del cinco por ciento y la otra ronda el 40 por ciento, indicaron las fuentes. Las dos obras se vieron demoradas desde un comienzo, ya que, según expresó Caparrós, las compañías tardaron en presentar los proyectos ejecutivos, documento necesario para que las tareas se desarrollen sin inconvenientes y para que EHNOSA pueda hacer los desembolsos correspondientes por la ejecución. Tal es así que una de las empresas terminó el proyecto a fines de 2018 y la otra lo hizo a principios de este año. Pero eso no fue todo, ya que, además, el proyecto original sufrió modificaciones sustanciales en partes centrales de las obras. Por ejemplo, el titular de OSSE indicó que “se ha tenido que cambiar el diámetro de un tramo colector que circula por Ignacio de la Roza y también hemos tenido que modificar trazas, sobre todo en Rastreador Calívar, porque era imposible llevar las tuberías antes previstas”. A su vez, esos cambios fueron necesarios porque a la obra en Rivadavia se le sumarán las que se están desarrollando en Zonda y Ullum, por lo que la cañería central deberá contener más capacidad. A las modificaciones, “OSSE les dio el visto bueno, pero el OK final lo tiene la entidad nacional”, dijo Caparrós. Según las fuentes, otro de los conflictos radica en que, si bien los fondos son nacionales, los contratos se firmaron entre la repartición provincial y las empresas.

El valor actual de las tareas repercutió también en las demoras. Sobre ese punto, Caparrós fue categórico al señalar que “ha impactado el desfasaje económico. Hoy se están pagando obras a valores básicos de hace dos años y se está discutiendo la actualización para poder continuar. Las redeterminaciones se han enviado a Buenos Aires y están en proceso de revisión y de aprobación”.