Distintos sectores de la sociedad peruana protestan contra el gobierno por sus políticas pupulistas que hacen caer la economía peruana, donde se teme una recesión.

Desde 2011, los peruanos han vivido bajo siete presidentes diferentes, mientras que cuatro ex jefes de Estado han sido arrestados o requeridos por acusaciones de corrupción. En el mismo período, sin embargo, Perú se ha aferrado al título de ser la gran economía latinoamericana que más ha crecido. Ese período de crecimiento excepcional debería llegar a su fin este año, según un análisis de Reuters de datos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que colocan a Colombia sobrepasando a Perú. La desaceleración del crecimiento esconde una dolorosa  realidad para el segundo mayor productor de cobre del mundo. Su economía finalmente está empezando a deteriorarse tras años de crisis políticas cada vez más intensas que han llegado a su punto más álgido con el presidente Pedro Castillo y un congreso hostil, dañando la inversión privada y el gasto público.

Presiones económicas globales como la inflación gatillada por la pandemia han golpeado fuerte a Latinoamérica, pero las señales para la economía son particularmente pesimistas en Perú.

"Creo que no hay otra opción más que decir que es el gobierno el que está afectando las expectativas (económicas) porque a las empresas les está yendo bien”, dijo Pedro Francke, quien fue el primer ministro de Economía de Castillo antes de renunciar a comienzos de este año. 

La economía peruana se deteriora tras años de crisis políticas cada vez más intensas que han llegado a su punto más álgido con el presidente Pedro Castillo y un congreso hostil, dañando la inversión privada y promoviendo más gasto público.

SIN PLAN ECONÓMICO

Castillo llegó a la presidencia en julio del 2021, asustando a los inversionistas durante su campaña con un plan radical de  redistribución de la riqueza y de cambiar la Constitución. Pero ya en el gobierno le dio las riendas de la economía a un grupo de tecnócratas moderados, mientras que el ejecutivo no ha implementado ninguna reforma económica significativa.

Ahora, Castillo y sus aliados enfrentan muchos escándalos. El mandatario afronta seis investigaciones, una de ellas por  supuestamente haber obstruido la justicia al despedir a un ministro. El congreso lo ha intentado destituir dos veces, sin éxito. 

"La política y la economía ya no se pueden tratar como asuntos separados en Perú”, dijo Fitch en un reporte esta semana.

CRECER PESE A TODO

Pese al panorama negativo, se espera que la economía de Perú se mantenga como una de las que más crecen en Latinoamérica  según el FMI. Mientras tanto, Moody’s, Fitch y S&P dijeron a Reuters que no ven riesgos inminentes que ameriten rebajar la  calificación del país, que mantiene el grado de inversión.

Las grandes empresas peruanas han mostrado resultados sólidos en lo que va del año. Pero no obstante, se espera que el gobierno rebaje sus expectativas de crecimiento para este año, según el flamante ministro de Economía, Kurt Burneo.

El gobierno espera un crecimiento del 3,6%, pero Burneo ha dicho que la cifra podría ser tan baja como 2,2% aunque luego  sostuvo que podría ser un poco más alta.

"Hoy el Perú se enfrenta a una prueba de estrés más (…)  pero lo que no se va a poder salvar es el crecimiento económico”, dijo David Tuesta, el presidente del Consejo Peruano de la Competitivdad, un grupo financiado por grandes empresas.

GASTO PÚBLICO Y PROGRAMAS SOCIALES

Castillo llegó al poder prometiendo aumentar el gasto público con nuevos programas sociales y subir los impuestos a la gran industria minera. Pero su gobierno en realidad ha prescindido sobre una desaceleración del gasto público, pese a haber obtenido una recaudación tributaria récord, mientras que el congreso archivó la propuesta de reforma tributaria minera. 

El déficit fiscal de Perú ahora está en un muy conservador 1% del Producto Interno Bruno, una reducción dramática comparado  con el 8,9% que tenía el país en 2020. Esta reducción se consiguió sin que el gobierno adopte una política de austeridad.

"La mala noticia es que esa reducción del déficit se debe (…) a la incapacidad del gobierno de gastar incluso en las  cosas en las que quiere gastar", dijo Jaime Reusche de Moody’s.

El gasto público del gobierno central se ha contraído 5% en  lo que va del año en comparación al mismo período del 2021,  cuando Castillo todavía no estaba en el poder.

RIESGO DE RECESIÓN 

Con menos de dos semanas como ministro de economía, Burneo ya ha dicho que Perú corre el riesgo de entrar en recesión si el  gobierno no encuentra la manera de aumentar el gasto público, y  ha criticado al banco central por subir la tasa de interés para combatir la inflación.

Muchos analistas creen que Castillo no va a llegar a  concluir su mandato en el 2026, aunque los congresistas de oposición han dicho que por ahora no tienen suficientes votos  para destituirlo. Pero incluso si llegaran a sacar a Castillo, la remoción del  presidente podría no tener un efecto en la economía suficiente  para revertir la tendencia hacia un crecimiento menor del Perú.

"No debería tener un impacto mayor en la actividad económica o en el crecimiento real", dijo Reusche.  

 

Por Marcelo Rochabrun
Agencia Reuters