Mientras decenas de jóvenes salieron ayer a las calles de París a practicar snowboard y otros deportes similares, varias empresas de trenes y colectivos suspendieron sus recorridos, algunas calles quedaron cortadas dejando cientos de vehículos varados y las autoridades reforzaron el estado de alerta naranja. Todo esto sucedió al mismo tiempo, tras una histórica tormenta de nieve en la capital francesa como no sucedía desde 1987.
El crudo invierno europeo mostró en esta ciudad las imágenes más curiosas en lo que va de la temporada, con las calles cubiertas de 12 cm de nieve y estampas como la Torre Eiffel y el Museo del Louvre clausurados por el temporal y totalmente vestidos de blanco.
Pero, más allá de lo pintoresco, París estuvo realmente complicada por el frío y la nieve. Los aeropuertos registraron retrasos en sus vuelos de hasta más de una hora por los problemas que el temporal de nieve causó en los accesos, que dificultaba la llegada de trabajadores y viajeros, según informó EFE.
En el aeropuerto de Beauvais, a 80 kilómetros al oeste de París, utilizado por varias compañías de bajo costo, las dificultades venían de la prohibición que se había establecido a la circulación de los micros que conectan con la capital francesa, y que son los que transportan a buena parte de los pasajeros. La nevada que cayó en la región de París seguía provocando ayer serios problemas en el tráfico rodado, después del récord de 730 kilómetros de atascos acumulados.
Más de 900 vehículos continuaban a primera hora de la tarde bloqueados en la carretera nacional RN118, al este de París. La ministra de Transportes, Elisabeth Borne, pidió a los automovilistas que evitaran, en lo posible, utilizar el coche privado, y que si se tenían que desplazar recurrieran al transporte público que “funciona cada vez mejor”.
Los camiones, que tenían prohibida la circulación desde ayer en toda la región, fueron autorizados a partir del mediodía a volver a retomar la ruta, pero sólo por los ejes principales y hasta las 17 locales. Prácticamente ningún colectivo circuló durante la mañana en el área metropolitana de París y hubo numerosos retrasos y anulaciones en las líneas ferroviarias.