Los defensores de Sebastián "Zurdo" Fernández (34), Miguel "Pichón" Navarro (42) y Denis "Pinki" Castillo (31), los tres detenidos por el crimen del calingastino Oscar Aníbal Astudillo (32), comienzan a planear las estrategias judiciales y en la audiencia de este jueves, la primera de la causa, dejaron entrever el camino por el que seguramente irán en las próximas instancias.
El encargado de abrir el juego fue Leonardo Villalba, abogado de Navarro. Lo que hizo fue criticar la imputación del fiscal Iván Grassi, quien provisoriamente les endilgó a los tres sospechosos el delito de homicidio simple, que comprende penas de 8 a 25 años de cárcel.
Según la postura de Villalba, el hecho podría encuadrarse como un homicidio en riña, tipificado en el artículo 95 del Código Penal, que se aplica "cuando en riña o agresión en que tomaren parte más de dos personas, resultare muerte o lesiones de las determinadas en los artículos 90 y 91, sin que constare quiénes las causaron, se tendrá por autores a todos los que ejercieron violencia sobre la persona del ofendido y se aplicará reclusión o prisión de dos a seis años en caso de muerte y de uno a cuatro en caso de lesión". Como la víctima falleció, la escala entonces es de 2 a 6 años de cárcel, mucho menor que la que contempla un homicidio simple.
Villalba aclaró que entiende que el proceso es reciente y que la investigación recién se está iniciando (suele criticarse la "futurología" de los defensores), pero hizo ese planteo a la jueza para que lo tuviera en cuenta a la hora de definir si excarcelaba o dictaba la preventiva a los acusados.
En tanto, la defensora de Castillo, Celeste Núñez, adhirió a lo expuesto por Villalba, deslizando que muy posiblemente luego irá también por el cambio de calificación para alivianar un posible castigo contra su cliente.
Claro que primero deben producirse las pruebas y de esa evaluación incluso puede desprenderse la inocencia de alguno de los imputados, y en ese caso directamente correspondería el sobreseimiento o la absolución si es que se llega a juicio. Por el contrario, las evidencias también podrían hundirlos más.
En el caso de Fernández, la estrategia de su abogado, Renzo Quero, parece ir por otro camino: el de la legítima defensa. Quero expuso en la audiencia lo que había revelado este diario en la edición del martes: que en 2014 un hermano del ahora asesinado, llamado Diego, había acuchillado a su cliente, ataque por el que le extirparon un riñón. Según el defensor, desde entonces todo quedó mal entre las familias y eran comunes los encontronazos. Es por eso que criticó que el día de la paliza mortal el fallecido pasara por la puerta de la casa de Fernández, siendo que vive a unos 10 kilómetros y su padre a unas 12 cuadras. Al parecer, o según su versión, Fernández lo tomó como una amenaza o algo por el estilo. Y luego "actuó en legítima defensa", señaló, agregando que mucho no podría haber hecho teniendo en cuenta que a su brazo derecho lo tiene 100% incapacitado por un problema de nacimiento (de ahí su apodo "Zurdo").
Según el abogado Quero, el fallecido andaba con otros más, armados con cuchillos y boleadoras
El hecho ocurrió en los primeros minutos del día 16 de este mes, cerca del ingreso a la casa del detenido Fernández, en la Villa Calingasta. Según la Fiscalía, Astudillo "deambulaba" por inmediaciones de Juan Jufré y Rawson cuando se encontró con los tres acusados. Allí intercambiaron palabras e insultos (horas antes habían tenido una pelea con un hermano de Astudillo) y luego comenzaron las agresiones. Navarro, Castillo y Fernández están acusados de propinarle al fallecido golpes de puño y patadas, y de golpearlo con elementos contundentes como piedras y palos, hasta dejarlo en el suelo en estado de inconsciencia
En eso que le pegaban, llegaron al lugar Néstor Diego Astudillo (hermano de la víctima), Julio Ibaceta y un menor que andaba con ellos. Los tres salieron en defensa del herido y se inició una gresca de "importante magnitud", relató el fiscal.
Oscar Aníbal Astudillo fue trasladado al hospital de Calingasta y luego derivado al Rawson, donde falleció en la noche del pasado lunes. La autopsia luego determinó que había muerto por una grave lesión en el cráneo.
Los familiares del fallecido decidieron donar sus órganos
Por su parte, los tres sospechosos tras la golpiza huyeron en una camioneta Mitsubishi. Dos días después los atraparon y les secuestraron el vehículo. Mientras que este jueves la jueza de Garantías Verónica Chicón les dictó 4 meses de prisión preventiva (van al Penal de Chimbas) y concedió a la Fiscalía el mismo plazo para investigar.