El gobierno nacional autorizará a las empresas de medicina prepaga a aumentar sus cuotas un 8,5% a partir de diciembre. Es el quinto incremento que se aplica en lo que va del año, donde las prepagas acumularán un ajuste del 40,8% en 2018, un porcentaje que se acercará a la inflación prevista.
Se espera que en los próximos días sea publicada la resolución de la Superintendencia de Seguros de Salud en el Boletín Oficial con los detalles de la suba. El primer aumento del año fue del 4% en febrero, y le siguieron tres nuevos incrementos de 7,5% en junio y en agosto y de 8% en octubre. Los pedidos de incrementos de las empresas se basan en los aumentos paritarios, los mayores costos médicos, la devaluación del peso y la inflación creciente.
Las empresas empresas del sector deben informar de las subas a sus afiliados con al menos 30 días de anticipación. No obstante, las prepagas advierten que estos incrementos resultan insuficientes por la modificación de las variables económicas, salariales, financieras y cambiarias. Autoridades del sector sostienen que incluso con el aumento de diciembre, tendrían un desfasaje de no menos de 10 puntos para compensar la inflación.
La medicina prepaga alcanza a seis millones de beneficiarios, de los cuales 1,2 millones son voluntarios. Del resto, la mayoría deriva sus aportes de la Seguridad Social a la empresa de medicina privada mediante obras sociales y pagan, según el caso, una diferencia con relación al monto del plan elegido.
Por la caída de los ingresos, Héctor Magonza, director de Cemic y presidente e Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (Acami), advirtió a la agencia NA que por los aumentos en las cuotas muchos afiliados se pasan a planes más económicos o básicos. Los planes de las prepagas tienen un costo promedio mensual de $4.000 a $4.500 para una persona de edad mediana, mientras para un matrimonio joven con dos hijos menores, en un plan sin reintegros, ronda los $9.000.