Nota de ambito.com
El riesgo país argentino bajó con fuerza este jueves y retornó a niveles de ocho semanas atrás, ante una mayor demanda de bonos largos nominados en dólares, producto de algunas señales más amigables sobre la renegociación de la deuda, sumado a una muy buena jornada en los mercados internacionales.
El indicador medido por el banco JP.Morgan se hundía un 8,3% a 1.878 unidades, con lo cual encadena su sexta caída consecutiva, convalidando de esta forma un cambio de tendencia, luego de rozar a inicios de septiembre niveles de 2.600 puntos.
Analistas remarcan de igual manera que más allá de este marcado retroceso, los valores de este indicador aún señalan niveles de default técnico.
Se dio en medio de importantes subas de los bonos soberanos, lideradas por la tendencia de los títulos dolarizados de largo plazo, que lograron alzas de hasta 6%, como el bono centanario (AC17).
"Los bonos en dólares reaccionaron positivamente a algunas señales más amigables sobre la renegociación de la deuda por parte de Alberto Fernández, el candidato más votado en las PASO", dijo a Ámbito el economista Gustavo Ber.
Algunos lineamientos de Fernández, sus referentes económicos, y también de Sergio Massa (declaraciones que apuntan a un canje más amigable “a la uruguaya"), llevarían a inferir un NPV (valor del bono que surge de una renegociación de deuda), superior a los castigados precios actuales, y de allí el rebote que registran.
"Hoy los fondos están viniendo a comprar y están generando este rebote, ya con la visión de una reestructuración (de deuda) que no sería tan agresiva como al principio se imaginó el mercado local", dijo Nicolás Chiesa de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Leonardo Svirsky, trader de Bull Market Brokers, subrayó que "los precios s de los bonos son de regalo, por lo que estamos viendo más órdenes de compra".
En consecuencia, los títulos soberanos en dólares aceleraron el rally alcista de los últimos días desde paridades muy deprimidas, luego de ser fuertemente golpeados tras el shock financiero que produjo la dura derrota en las PASO el Gobierno de Mauricio Macri, quien vio abruptamente recortada sus chances de obtener una reelección ante el candidato opositor peronista. Esto obligó al Gobierno a anunciar a finales de agosto un plan para extender sus vencimientos de deuda privada y con el FMI -reperfilamiento.
En ese marco, algunos atribuyeron una parte de la abrupta caída de los bonos el estrés que hubo en la industria de Fondos Comunes de Inversión (FCI). "Muchas Sociedades Gerentes salieron a liquidar tenencias de bonos a precios por debajo del mercado para hacer frente a los rescates de los inversores, y en ese sentido los precios se vieron muy castigados, reflejando una reestructuración muy dura, que entendemos no debería terminar siendo así", sostuvo Chiesa.
Así las cosas, por estos días prevalece "mucha sensibilidad a los ´headlines´sobre la renegociación de deuda", reforzó Ber, quien colocó en un segundo orden a un impulso proveniente de los vaivenes internacionales.
En el actual contexto, pesa mucho más la incertidumbre política y económica doméstica: de ahí el rango de trading lateral que vienen transitando las acciones a la espera de definiciones post "27-O".
Para Leonardo Chialva, socio y director de Delphos Investment, se dan una combinación de varios factores que explican la suba de los bonos y la consecuente caída del riesgo país: "Para empezar es un día día de mucho "risk on" global; pero además se extendió la expectativa de un canje de deuda amistoso".
El analista de Delphos mencionó además un tercer factor: "Algunos están entusiasmados con el "sí se puede" -consigna utilizada por el oficialismo para intentar revertir el resultado adverso de las PASO-, y las marchas a favor del actual mandatario en algunas ciudades del país.
Por su parte, Gustavo Neffa Socio Research For Traders sumó otros drivers: continua baja de tasas de interés avalada por el Banco Central (hoy se ubicó en el 69,48% anual), y declaraciones de este jueves del candidato presidencial del Frente de Todos referidas a la eventual injerencia de la expresidenta Cristina Kirchner en el armado de su eventual Gobierno.
"Cero, cero por ciento", respondió Fernández al ser consultado cuál sería el porcentaje de poder de veto o injerencia que podría tener su compañera de fórmula a la hora de armar un gabinete de ministros, a partir del 10 de diciembre.
Sin un driver de fondo, el mercado se muestra muy sensible a las señales políticas que llegan desde la campaña política, sobre todo desde Fernández y de su posible equipo económico, dado que no se esperan por ahora definiciones concretas -al menos en lo que resta de octubre- sobre una propuesta de renegociación de deuda (sea con el FMI, o con los acreedores privados), tampoco de política económica, fiscal o monetaria.
Mientras tanto, desde el banco de inversión Puente consideran que en el contexto actual "continúa luciendo conveniente la migración desde bonos soberanos bajo legislación local, hacia instrumentos con baja paridad y legislación extranjera, así como la reinversión de flujos de fondos de bonos locales hacia instrumentos de renta fija internacional con grado de inversión".