“Lo que determina si una persona va a vivir o morir frente a la contaminación por coronavirus es su inmunidad”, dice el médico brasileño Belmiro D’Arce en su video de YouTube con recomendaciones para no contagiarse de coronavirus. Para el presidente Bolsonaro, estas son los 7 consejos que la gente debería seguir. Medidas sencillas que nada tienen que ver con los protocolos que se siguen en el mundo de distanciamiento social y cuarentenas estrictas.

El brasileño subió hoy el video de D’Arce en su cuenta de Twitter y escribió: “Una lección para la vida. Cómo conseguir la soñada inmunidad”.

Las recomendaciones del médico son básicas, tienen que ver con una vida sana, más allá del coronavirus. Sin embargo, remarca que son “la clave” para enfrentar la pandemia.

“¿Cómo aumentar la inmunidad? Es simple”, afirmó el médico citado por Bolsonaro. Aquí las 7 recomendaciones que reavivaron la polémica:

1-“Beba agua en abundancia, más de 2 litros diarios”

2- “Coma buenos alimentos, la comida de verdad, sólo verduras, legumbres y fruta, las especias, azafrán, albahaca, ajo, cebolla, toda la línea de especias, más que alimento es verdadera medicina”.

3- “Tome el sol. Donde entra el sol, sale la enfermedad. El sol es un gran elemento vitalizador. 15 minutos al día entre las 10 y las 4 de la tarde

4- “Pase más tiempo al aire libre, tomando aire puro”

5 – “Haga ejercicio físico, más actividad, incluso estando en casa

6- “ Descansa tu cuerpo y tu mente, levántate temprano, juega, regocíjate, escapa del envenenamiento mental de las noticias que en realidad crean más una condición de tensión en tu mente que una contribución al bienestar”.

7- “Evite azúcar, dulces, excesos, pastas, todo lo que origina el azúcar. La leche de vaca y sus derivados, productos industrializados, porque todos estos alimentos crean en el cuerpo un ambiente propicio para la multiplicación de los virus y además dañan la inmunidad”

Para D’Arce lo que está matando a la gente en todo el mundo, no es la agresión del coronavirus, “sino la fragilidad de las personas”. “Así que lave y limpie todo lo que quiera y pueda, pero no se olvide que serán sus defensas lo que garantice su vida. Un gran abrazo y Dios lo bendiga”, concluye el médico.

Las recomendaciones de Bolsonaro para lograr la “soñada inmunidad” echaron gasolina a la polémica que lleva semanas en Brasil, el país más golpeado por el coronavirus en la región y el cuarto más afectado del mundo, con más de 15.500 muertos y 230.000 infectados.

Para Bolsonaro, más preocupado con la paralización del país, la ya prevista recesión histórica y los millones de empleos destruidos por la crisis sanitaria, el COVID-19 "va a contagiar al 70 % de la población tarde o temprano" y "va a matar mucha gente" sin importar las medidas de distanciamiento que se adopten.

“El desempleo, el hambre y la miseria será el futuro de aquellos que apoyen la tiranía del aislamiento social”, afirmó -también en Twitter- el mandatario, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la pandemia y que llegó a calificar el COVID-19 como una “gripecita”. Esta posición provocó el viernes la renuncia del ministro de Salud, Nelson Teich, el segundo titular de la cartera en caer en menos de un mes. Su antecesor, Luiz Henrique Mandetta, un férreo defensor de las medidas de distanciamiento social, fue destituido en abril igualmente por sus divergencias con Bolsonaro en cuanto a las medidas necesarias para frenar el avance del virus. En el lugar de Teich asumió como ministro interino de Salud el general Eduardo Pazuello, un militar sin experiencia en el área y que desde el mes pasado ejercía como viceministro.

Luego del posteo con el video de D’Arce, los mensajes se multiplicaron en la redes sociales. Algunos lo respaldaron: “Fuerza Presidente”, “Confiamos en su trabajo”, “Dios te guía, presidente”. Y otros fueron lapidarios: “Tomar agua, tomar el sol y pensar en positivo es el tipo de consejo que daría mi tía, no la de directiva de salud pública que se esperaría de un presidente ante la emergencia de salud pública más compleja del siglo”, “¡Ese está más desorientado que una pipa en una boca de borracho!”.