Frente a la seguidilla de casos de chicos que se quitaron la vida y a que bajó la edad de las víctimas de esta problemática, diferentes instituciones educativas organizaron charlas para prevenir estos casos. Las mismas están destinadas principalmente a los padres y con la premisa de que el suicidio se puede prevenir si se está atento a algunas señales que indican riesgos suicida.
‘Los que notamos entre los alumnos es que se sienten solos, a pesar de estar en casa con sus padres. Es por eso que comenzamos a realizar talleres con los profesionales del Gabinete para trabajar sobre este tema con los chicos. Y ahora va a haber una charla para padres, para que abran los ojos y miren a sus hijos’, dijo la madre Teresita, del Colegio La Inmaculada donde mañana habrá una charla sobre adicciones, bullying y suicidio. Estará a cargo del padre Fernando Cervera, de Córdoba, que trabaja estas problemáticas con los adolescentes.
En contacto con DIARIO DE CUYO, el sacerdote dijo que ‘los adolescentes dan muchas señales’ de que están atravesando por una situación riesgosa y que hay que aprender a verlas. ‘No hay que tenerle miedo a las señales, sino saber actuar antes ellas. Lo primero es el diálogo con los chicos, manteniendo la paciencia y respetando sus conductas. Hay que mostrarles cómo se llegó a ser un adulto que se siente bien y con esperanzas, pero con testimonio y no poniéndose como ejemplo. Hay que tener en cuenta que el chico que está en esta situación tiene un vacío interior y miedo a crecer’, sostuvo el sacerdote.
Silvia Solá, dirige la Fundación Sueños Compartidos (trabaja con problemáticas de niños y adolescentes) que el próximo viernes dará un taller de conductas autolesivas y prevención del suicidio para alumnos y padres del Colegio Parroquial de Santa Lucía. En este marco, dijo que la principal herramienta preventiva es el diálogo con los chicos y estar atentos a las señales. ‘Pensar en el suicidio no significa necesariamente que uno desea morir, sino que uno siente más dolor de lo que puede enfrentar en este momento. Las ideas suicidas no tienen que convertirse en acciones suicidas y eso depende de que se actúe a tiempo’, sostuvo.
El 31 de agosto habrá una charla sobre prevención del suicidio en adolescentes, en el Colegio San Pablo. En este caso será Juan Samat, magister en Psicología, de la UCCuyo, el encarado de abordar la temática. Como el resto de los especialista hizo hincapié que el suicidio se puede prevenir y que, para ello hay que estar atento a los indicadores. También destacó que ‘no hay que minimizar’ los problemas que revelan los adolescentes.
Tanto Samat como los demás profesionales consultados en esta nota, elaboraron una lista con las señales más comunes que indican riesgo suicida.
- Aislamiento. Dejar de participar en toda actividad que involucre relacionarse con los demás como son las deportivas, artísticas, escolares, etc.
- Abandono. Descuidar la higiene personal y hasta la apariencia. Dejar de atenderse de la misma manera que hacía en otros momentos.
- Cambios de conducta. Llorar frecuentemente y sin razones aparentes. Aumento significativo de la irritabilidad, del enojo y del mal humor.
- Comentarios negativos. Decir constantemente ‘mi vida no tiene sentido’, ‘soy una carga para todo el mundo’ o ‘las cosas no van a mejorar nunca’.
- Comentarios relacionados a la muerte: Decir constantemente ‘me gustaría desaparecer", ‘no quiero seguir viviendo’ o ‘nadie me va a extrañar si no estoy’.
- Cambios de hábitos. Alterar completamente la rutina diaria y presentar problemas a la hora de comer (no hacerlo o darse atracones) y de dormir.
- Despedida. Comenzar a regalar pertenencias, terminar trámites inconclusos y despedirse de los demás como si fuera la última vez que los verá.
- Desmotivación. Dejar de cumplir con las tareas escolares, abandonar la práctica de un deporte y dejar de plantearse metas para el futuro.
- Ocultar la mirada. Dejar de mirar a las otras personas directamente a los ojos porque la mirada puede delatar las condiciones en que se encuentra.
- Cambio de apariencia. Comenzar a vestir ropa oscura, usar capucha en forma permanente y taparse la cara con el cabello.
- Un programa de asistencia oficial
A partir de 2006 un grupo de psicólogos y psiquiatras de la provincia comenzó a visualizar casos de suicidios consumados como un problema de salud pública. Los profesionales consideraron que debían poner el tema en agenda para brindar atención oportuna a las personas y sus familiares.
Así nació este grupo que fue creciendo hasta convertirse en una comisión interdisciplinaria. En 2012, la Comisión de Prevención del Suicidio elaboró el Programa Provincial de Prevención del Suicidio que fue aprobado por resolución ministerial. El programa tiene cuatro áreas de abordaje: asistencia, capacitación, registro y comunicación.
El próximo 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de Prevención de Suicidio y los miembros del Programa Provincial realizarán una campaña de información y concientización en la Planta Baja del Centro Cívico.