Desde que fue planteada como una prioridad se sabía que la obra del Acceso Norte a la ciudad de San Juan por la Ruta 40, en un tramo de autopista que cubre alrededor de 6 kilómetros a lo que se suman sus obras anexas, iba a mejorar fundamentalmente la seguridad en el tránsito de una de las zonas de nuestra provincia con mayor índice de accidentes. El cruce de arterias como las calles Benavídez, Oro, Rodríguez, Porres, Centenario y el denominado Callejón Blanco, fueron hasta hace muy poco escenarios de choques, muchos de ellos fatales, que ahora es de esperar disminuyan por las propias características que tiene el nuevo trazado dotado de puentes que evitan el cruce a nivel de las mencionadas calles con la ruta. Hay un solo sector que en opinión de algunos conductores deberá transitarse con mucha precaución para evitar inconvenientes situado en las inmediaciones de la rotonda construida cerca del puente que está sobre la Avenida de Circunvalación al ingresar a la Avenida Rawson.
Por lo demás, esta obra oficialmente inaugurada la semana pasada después de seis años de construcción y $3.200 millones de inversión también significará un gran adelanto para el transporte de cargas provenientes del Norte de la provincia, producto de la actividad minera y de la actividad frutihortícola de departamentos como Iglesia, Jáchal y Albardón.
En el complemento de esta obra hay que tener en cuenta que en un futuro próximo se deberá construir el nuevo puente de Albardón sobre el Río San Juan, para lo cual ya hay un compromiso expresado con la Nación, y otras obras anexas de vinculación que ya están previstas.
De la misma manera que se ha avanzado en este tramo de la ruta más larga que tiene el país, se espera que muy pronto se concrete la licitación de la Ruta 40 Sur, que une San Juan con Mendoza, para contar dentro de un tiempo con una vía de comunicación que esté a la altura de las circunstancias vinculadas al intenso tránsito vehicular entre ambas provincias. Se trata de una obra de significativa importancia para el movimiento económico de la región ya que permite la entrada y salida de todo tipo de productos y el movimiento permanente de personas que cumplen diversas actividades entre ambas provincias.
Contar con la Ruta 40 en buenas condiciones en toda su extensión, desde Jáchal hasta Mendoza, es proporcionarle a la provincia un corredor de gran importancia para la economía local. Algo similar ocurre con la Ruta 20 hacia el Este que sigue demorada su licitación a pesar de contarse con el proyecto correspondiente.
