La comercialización de vinos en el mercado interno cayó un 11,7% en el primer trimestre del año, comparado con igual período del año anterior, según dio a conocer el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). La cifra es casi el doble de la baja que había experimentado el sector en los primeros tres meses del 2016 comparado con el mismo lapso del 2015, cuando el descenso fue del 6,56%.
Los números preocupan en el sector vitivinícola provincial y los principales actores del mercado lo atribuyen a la pérdida del poder adquisitivo de la población, que hace que la gente prescinda del vino en la mesa familiar.
Pero el mercado interno no es el único en el que persiste la baja porque también los vinos que se exportan siguen cayendo. Retrocedieron un 7,3% en los tres primeros meses de este año, comparado con el mismo período del año anterior. En este sector, los operadores del mercado lo atribuyen a la falta de competitividad de los caldos sanjuaninos frente a los del exterior, motivado por los altos costos de los insumos y la carga impositiva en la cadena de producción, que los descolocan cuando salen fuera de las fronteras.
En el caso del mosto concentrado, un producto en el que San Juan es líder en la región, la caída fue mucho más pronunciada porque hubo una baja del 54,6% con respecto al primer trimestre del 2016.
Sobre el fenómeno, el bodeguero Ángel Leotta, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), dijo que “la caída en las ventas de vino es preocupante” y lo atribuyó a “la inestabilidad económica que repercute en todos los sectores y, además, a que el valor del dólar no acompaña, aunque no creemos que la solución sea la devaluación”.
Desde la Cámara de Bodegueros, Horacio Ripalta explicó que “el precio del vino se ha encarecido y pierde, por ejemplo, frente a la cerveza”.
El referente de la Cámara de Productores Vitícolas, José “Catuco” Molina sostuvo que en el caso del mercado interno “ha influido la inflación y la pérdida del poder adquisitivo”, mientras que sobre el mercado externo indicó que “no somos competitivos”.
En el caso de lo que se perdió de vender en el mercado argentino se trata de casi 24 millones de litros.