El juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) condenó ayer a 11 años de cárcel a un plomero de 42 años, porque consideró probado que violó a una sobrinita de 9 años y que abusó sexualmente con manoseos y otras prácticas de otras dos primas de esa nena y también sobrinas suyas. Estas niñas son hermanas y tenían 13 y 11 años al momento de la denuncia, realizada el 25 de octubre de 2017 en el centro de abordaje integral para menores, ANIVI, dijeron fuentes judiciales.
El fallo del magistrado representó un respaldo parcial al planteo de la fiscal Marcela Torres, quien consideró acreditado que el sujeto había violado también a la nena de 13 años y que había intentado la misma maniobra con la hermanita de esa niña, de 11 años. Por eso, al cabo de su alegato pidió una pena de 16 años de reclusión.
Omar Quiroga Vargas, el defensor del plomero, había cuestionado la acusación y había pedido la absolución. Ahora podrá reclamar ante la Corte de Justicia.
Todos se descubrió cuando la chica de 13 años dejó de ir a la escuela y le comentó a una compañera de colegio sobre los abusos que sufría cada vez que iba a la casa de su tío, en Chimbas. Esa compañera le avisó a su mamá y el caso llegó a la Dirección de la Niñez, desde donde partieron a la casa de la nena abusada. Esa visita destapó la olla, pues al interrogar, la mamá supo que sus dos hijas habían sido abusadas. Así se conoció también el ultraje sexual contra la nena de 9 años.