Este viernes, en la Sala II de la Cámara Penal, un hombre (tiene 41 años y no se lo menciona para preservar a la víctima) fue condenado a 10 años de prisión por haber abusado de su hijo cuando éste tenía 8. Días atrás, la Querella había solicitado 14 años y la Fiscalia 12, pero el juez Ernesto Kerman determinó que sean 10.
Tanto la Querella como Fiscalía apoyaron su pedido de condena, básicamente, en tres informes psicológicos del menor, que lo muestran como víctima de abuso a manos de su padre. Y calificaron esos vejámenes como abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal contra el menor, agravado por el vínculo.
Por su parte, el abogado defensor había pedido absolver por el beneficio de la duda a su cliente. Le solicitó al juez que considere como contexto determinante el severo conflicto entre los padres del menor (con juicios en otros fueros, como el de Familia) pues a partir de ese análisis se desprende que el niño fue inducido por su propia madre para acusar a su padre.
El caso
El hecho fue denunciado el 26 de noviembre de 2014, cuando el nene tenía 8 años. Para entonces hacía rato que la pareja se había separado, en medio de acusaciones cruzadas de infidelidad. Según la acusación, entonces el niño dijo que su papá lo sacaba de su cama por las noches, lo llevaba a otros lugares de la casa y lo sometía a varias prácticas sexuales, siempre con la amenaza de que no dijera nada pues su mamá correría la peor suerte.
El sospechoso llegó a estar detenido 2 años con prisión preventiva y se la prorrogaron por un año más, pero el defensor reclamó y la Corte de Justicia le dio la razón: lo liberó y apercibió al tribunal que tuvo más de un año el expediente para tramitar la apelación. Por esa razón el sujeto llegó libre al juicio.