Un sujeto baleó a su novia y para zafar dijo a la Policía que la joven en realidad había recibido el tiro cuando fueron asaltados por motochorros, pero los efectivos no le creyeron y terminó complicado como autor del disparo. La víctima, Yuliana Neira (22), anoche continuaba muy grave internada en el Hospital Rawson. Su familia dijo ayer que teme que no pueda volver a caminar, tal cual le indicaron los médicos. Su novio, Samuel Audala (22), quedó detenido.
El confuso episodio ocurrió cerca de las 22 del pasado lunes, en inmediaciones de Avenida España y Vicente López y Planes, Rawson, a pocas cuadras de la casa de la joven, donde se solía quedar Audala, con quien tenía una relación desde hace aproximadamente dos años, dijeron familiares.
Según la versión que deslizó en primera instancia el sujeto, cuando bajaron del colectivo (habían estado en el Centro) fueron abordados por dos delincuentes en moto que como no les pudieron robar, dispararon contra su novia. Los pesquisas notaron cierto nerviosismo en Audala, sumado a que su relato no era coherente. Tras las sospechas, el acusado habría confesado. Eso sí, dijo a la Policía que se trató de un accidente, indicaron los voceros. Lo llamativo es que en la mochila de Neira la Policía halló dos balas calibre 32, el mismo que el usado en el ataque. Los pesquisas no descartan que el disparo haya ocurrido en una situación distinta a la violencia de género. Lo cierto es que la bala ingresó por la axila izquierda de Neira y quedó alojada en su columna. Durante la madrugada de ayer la operaron 3 veces y se la sacaron, pero continuaba grave. Su familia aseguró que Audala era "violento", que la "hostigaba todo el tiempo" y que "tenían una relación enfermiza".