Un hombre al que le fueron a allanar su vivienda abrió fuego contra los efectivos e hirió de bala a dos integrantes del Grupo GERAS. El comisario Diego Mauricio Morales (47, jefe de la división) y el sargento Leonardo Javier Arias (44) lograron salir con vida y fueron trasladados al Hospital Rawson, donde hasta anoche continuaban internados, pero fuera de peligro, dijeron fuentes policiales. El sujeto que les disparó, identificado como Hugo Alejandro Navas (54), fue detenido. En su casa hallaron varias armas, cuchillos, municiones y hasta un casco militar, indicaron los voceros.
Todo ocurrió en la mañana de ayer en una vivienda ubicada en la parte trasera de la reconocida excantina "La Jirafa Azul", situada en la zona del Embarcadero del Dique de Ullum. Según una alta fuente policial, Navas comenzó a ser investigado luego de que un socio lo denunciara. La versión indica que ambos tenían intenciones de refaccionar el local y ponerlo nuevamente en funcionamiento. Pero en el medio todo se complicó. Al parecer, el socio advirtió que Navas guardaba armas en unas cajas y, ante la falta de respuestas del hombre, lo denunció en la Seccional 4ta.
En el lugar hallaron varias armas y otros objetos relacionados a la actividad militar.
Fue así que, sobre las 7, efectivos del Grupo GERAS irrumpieron en el lugar, sin imaginarse jamás que iban a ser atacados a balazos por Navas, quien desde su dormitorio efectuó al menos 5 disparos con un revólver calibre 38. Morales encabezaba la fila y recibió un impacto en su muñeca izquierda. Y otro proyectil dio en su pecho (a centímetros del cuello, que estaba descubierto) pero no causó daño porque tenía el chaleco antibalas. Por su parte, Arias recibió un balazo en el lado interior de la rodilla derecha, informó la Policía. Los dos efectivos fueron trasladados al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson y al cierre de esta edición continuaban internados. Sus familiares dijeron anoche que se encontraban fuera de peligro y que evolucionaban favorablemente.
En cuanto a Navas, los efectivos lograron que deponga la actitud violenta con un gas lacrimógeno que lanzaron en la habitación y lo detuvieron. Y después de reducirlo revisaron todo el predio y dieron con varias armas (algunas de ellas eran réplicas), cuchillos de diferentes tamaños, estrellas ninja, municiones y un casco militar. Incluso encontraron varias revistas relacionadas con la actividad.