Seguramente has oído hablar que dos personas nunca se cruzan por casualidad. Si estás de acuerdo con eso, seguramente creés en el destino. Y, si es así, tenés que conocer esta inesperada y tierna historia.
Comenzó un día cualquiera, cuando una joven canadiense se dispuso a realizar una tarea de las más cotidianas y rutinarias, como hacer las compras en el super. Pero ese día, algo fue diferente.
Al ingresar, la joven vio a un muchacho sin techo en la puerta del comercio y quiso darle algo de plata. Para su sorpresa, el chico no le aceptó lo que para ella era una limosna: “Conocí a un vagabundo un día haciendo mis compras de comida. Le ofrecí dinero pero no lo aceptó", recordó la mujer.
Así fue como ingresó al lugar e hizo sus compras. Pero algo extraño le sucedió con aquella persona que solo había visto algunos segundos: “No podía dejar de pensar en él", asegura.
Al salir, el joven se ofreció a colaborar con sus bolsas: "Fue cuando me preguntó si necesitaba ayuda para poner mis cosas en un taxi, y le dije que sí", relató. Tras intercambiar algunas palabras, la chica insistió con el acercamiento y lo invitó a comer algo. Ahora sí, él aceptó y terminaron cenando juntos.

Durante la comida, Macauley Murchie y Jasmine Grogan tuvieron una larga charla y la química fue instantánea. Al terminar la velada, ella le compró un pequeño teléfono celular para que no perdieran el contacto: "Había algo diferente en él. Le conseguí un hotel y me fui a casa. Nos mantuvimos en contacto. No podía dejar de pensar en él”, contó ella al medio Daily Star.
Sorprendido y agradecido por tanta amabilidad, el muchacho hizo uso de su móvil nuevo y le mandó un mensaje que decía: “Me alegraste el día, muchas gracias por todo, eres increíble. No puedo dejar de pensar en ti”.
