Máximo Balderramo (23) estaba empeñado en arreglar su Fiat Uno. Su trabajo de preventista de mercaderías le había servido de respaldo para sacar un préstamo y con esa plata le rectificó el motor y lo hizo pintar. Y ya estaba en los últimos arreglos cuando ocurrió el desastre: ayer, alrededor de las 4, delincuentes le prendieron fuego y se lo dejaron inservible. Demolido por el tremendo ataque, ayer el joven no quiso ni salir a la puerta de su casa en el barrio 22 de Abril, en Marquesado, Rivadavia, donde vive con su madre.
Ocurrió a metros de la casa de Karina Palacios, que ya sufrió 18 robos en ese barrio
El que sí habló, indignado, fue su hermano, Francisco: "Le quisieron robar y como no pudieron le prendieron fuego. Así no se puede vivir acá, cuando no te apedrean se te meten a robar, yo ya estoy pensando en mudarme", dijo el joven que vive en el mismo barrio.
Máximo y su mamá dormían cuando los despertaron a gritos los vecinos, contó Francisco. Entonces salió y con los demás habitantes de ese complejo se pusieron a tirarle agua hasta que consiguieron apagarlo.
Cuando los bomberos llegaron estaba todo controlado, pero la intervención de los uniformados sirvió para confirmar la sospecha que ya tenían: era un ataque intencional. La muestra fue el marco de la puerta del lado del conductor toda torcida, tironeada hacia afuera. El otro dato que constató de que fue un ataque y no una falla de otro tipo, fue el hecho de que el vehículo está parado hace una semana y no tenía la batería puesta, algo que hubiera llevado a pensar en un cortocircuito. Ayer, por precaución, le habían sacado las cuatro ruedas para que no se las robaran. "Diga que justo el vecino le pidió que lo corriera un poco para hacer la medianera en el frente donde lo tenía estacionado, si no el fuego hubiera agarrado la casa", dijo Francisco.
El hecho ocurrió a metros de la casa de la conocida instructora de fitness Karina Palacios, quien denunció públicamente haber sufrido 18 robos desde que está en ese barrio.