La Cámara de Diputados empezó a analizar modificaciones al proyecto que votó por unanimidad el Senado para regular los alquileres e incluir un método de indexación automático. Mientras las organizaciones de inquilinos aseguran que la discusión postergará la sanción de la ley, en el oficialismo afirman que quieren hacerle cambios para que haya más departamentos en alquiler.

 

El debate se abrió con una reunión de asesores realizada el lunes pasado, a las 17. Según informaron en Cambiemos, la idea es que antes de fin de mes se haga otra de la que participen todos los interesados. Luego los diputados deberían consensuar un proyecto y votarlo, lo que implica cierta dificultad en un año electoral. Y cómo se modificaría el texto original, deberá volver al Senado.

 

Los cambios propuestos son varios. Primero, el mecanismo de indexación. El Senado aprobó que los alquileres suban una vez por año y de acuerdo a un promedio entre la inflación y los aumentos salariales. En cambio, el oficialismo ahora propone que se considere sólo el Coeficiente de Variación Salarial, pero para los alquileres que no superen las 840 unidades UVA, las mismas que se usan para los créditos hipotecarios: hoy serían $ 15.657. Los contratos por encima de ese precio se ajustarían de acuerdo a los que pacten el dueño y el inquilino.

 

Para ese mismo segmento de alquileres más bajos se plantea que las expensas extraordinarias corran por cuenta del dueño y no del inquilino. En el texto original esta modificación se incluía también para los contratos más caros. En tanto, el oficialismo propone dejar el plazo mínimo de contrato en dos años, y no llevarlo a tres como aprobaron los senadores.

 

 DEMANDA: En la inmobiliaria Turell confirmaron que la oferta de alquileres de casas están por debajo de la demanda mientras que con los departamentos ocurre lo contrario.

 

También se analizan nuevas condiciones para los contratos, por ejemplo que las inmobiliarias cobren no más de un mes de alquiler como comisión, mismo tope que se dispondría para los depósitos. El otro gran cambio es que Cambiemos pretende aprovechar la ley para impulsar la construcción de viviendas para alquiler. En concreto, proponen que los desarrolladores puedan descontar de Ganancias una parte de la inversión que hagan al edificar. También, que se pueda deducir lo que se cobre de alquiler.

 

Junto con esto, incluirían en la ley la exigencia para el Estado de cubrir con créditos, subsidios u otras herramientas el acceso a las garantías para los alquileres sociales. Es un problema que suelen sufrir los sectores más bajos, que muchas veces no consiguen un garante para firmar el contrato.

 

 

El texto original fue votado en noviembre y con unanimidad. ¿Por qué ahora se plantean estos cambios? "Queremos la mejor ley posible, que permita aumentar la oferta de departamentos y generar empleo en la construcción. No hay ninguna intención de trabar nada, por el contrario, estamos abriendo ahora la discusión", afirmó Daniel Lipovetsky, diputado macrista y presidente de la Comisión de Legislación General.

 

Por su parte, Gervasio Muñoz, de la asociación Inquilinos Agrupados, aseguró que "se trata de un proyecto apoyado por todas las organizaciones de inquilinos y que salió hace pocos meses por unanimidad. Los cambios que proponen son perjudiciales. Los inquilinos vivimos en constantes mudanzas, por eso pedimos tres años de duración mínima de los contratos. Y el límite de acuerdo a las UVA haría que los dueños pidan alquileres más caros para no caer en ese tope y así pactar subas semestrales como pasa ahora. La intención política es dilatar todo para que la ley no salga".

 

La demanda: La clase media de San Juan paga alquileres sobre una franja de entre $300 y $550. Hay dudas de que los bancos puedan igualar esa cifra por un crédito por el total de una casa.

En los últimos años, a medida que la inflación pesó cada vez más, los contratos de alquiler empezaron a incluir cláusulas de aumentos semestrales. El problema es que si la inflación tendiera a la baja, se haría más difícil actualizar los contratos sin que el dueño pierda rentabilidad, pero manteniendo los alquileres en cifras pagables. Esta discusión siempre genera fricciones, que se agravan porque la vivienda es un tema muy sensible.

 

La opción de las UVA parece un camino apto. En la consultora Reporte Inmobiliario explican que el actual sistema de escalonamiento "implica una suposición a futuro y no una corrección periódica a partir de lo sucedido", y que "lo más aconsejable sería permitir que los contratos puedan pactarse en UVA y que se actualicen de acuerdo a ese indicador oficial". La discusión se da en un contexto en el cual por un departamento usado de dos ambientes en la Ciudad ya se piden en promedio $ 6.800, y en muchos barrios ya superan los $ 10.000.