"Estuvimos detenidos injustamente. Somos inocentes. No tenemos ni idea quién fue", dijo ayer a este diario Sergio Giménez (36), quien junto a su mujer, Claudia Morales (36), en los últimos días fueron liberados tras permanecer dos semanas presos por el crimen de Francisco "Paco" Archilla (60), ocurrido en Médano de Oro, Rawson.

La pareja vive al lado de la casa que habitaba la víctima y había sido apresada en la tarde del 17 de diciembre pasado. Cerca de las 7 de ese día, Archilla, que era pensionado y padecía retraso mental, había sido hallado asesinado de al menos 5 puntazos en el abdomen, el pecho y el cuello. El cuerpo estaba tendido en el comedor de su vivienda, ubicada en una finca sobre la calle 6, unos 400 metros al Oeste de Ramón Franco. La hipótesis que se barajó en un principio fue la de homicidio en ocasión de robo puesto que faltaba el celular de Archilla y unos $60.000. Pero luego saltó la teoría de un crimen relacionado con algún vínculo sentimental. "Andaba con la mujer de al lado, ella tiene marido pero lo buscaba, venía y se le metía, le sacaba plata, le pedía que le comprara cosas", dijo aquella vez Rosa, hermana de "Paco", a este diario. Y lo mismo, al igual que otros familiares, declaró ante la Policía, por lo que los pesquisas de Homicidios pusieron la mira en Morales y Giménez y los detuvieron luego de allanarles su casa, donde hallaron un revólver calibre 38, otro calibre 22 y municiones. Por ese delito (tenencia ilegal de armas de fuego) el hombre fue condenado en Flagrancia a 2 años de prisión condicional (sin encierro), pese a que intentó defenderse diciendo que era una herencia del abuelo.

Ahora el caso tiene sólo un detenido, un sujeto identificado como "Pelado" Ahumada (37) que, según la descripción de los vecinos, fue quien merodeó la casa de la víctima la noche anterior al hallazgo del cadáver. "Lo conocemos de vista nada más. Ya queremos que pase todo esto, queremos rehacer normalmente nuestras vidas. Somos trabajadores y queremos estar tranquilos", expresó Giménez.