REGRESO. Libertad Juvenil ya sabe lo que es ser de Primera y decidió volver en cancha de Trinidad. Una fecha que quedará en la historia del humilde equipo de Las Chacritas que supo reaccionar a tiempo.

 

A las finales se las gana, no se las juega y tampoco se las pelea. Y en ese error cayeron Libertad Juvenil de Las Chacritas y Sportivo Rivadavia en el partido definitorio del primero de los tres ascensos que había en juego en este 2017 en el torneo de la Liga Sanjuanina. En una jornada violenta, Libertad ganó 2-1 y de esta manera logró subir a Primera División, por segunda vez en su historia.

Rivadavia irá por otro de los dos ascensos en el Octogonal final que comenzará.

Se desvirtuó tanto todo, que apenas a los 18" de juego ya habían dos expulsados -uno por cada equipo- siendo que había una historia más que larga por escribir. Pero pasados de vuelta, buscando más al rival que a la pelota y generando un desorden generalizado, la definición del ascenso terminó siendo apenas unos primeros 45 minutos más que olvidables.

 

Pero en el complemento, se decidieron a jugar apenas 15 minutos y en ese tramo, Rivadavia llegó a la apertura del marcador con un gol insólito de Cristian Molina que aprovechó las dudas de Marún para desatar el delirio de todo La Bebida que copó el sector Norte de la cancha de Trinidad. Hubo respuesta en Libertad y la dupla Lucas Montaña-Maxi Molina empezó a obligar y llegó el primer penal. Claro, sin discusión. Lo cobró con autoridad José Moreno y Fabricio Illanes puso el 1-1 que abría otro partido. Porque Rivadavia debió salir, arriesgó más y se abrió el partido aunque volvieron a la patada artera, a la mala intención en cada cruce y se fue desdibujando una final que había tomado el vuelo futbolero que se pretendía. Y a los 30" Lucas Montaña encaró, ganó en velocidad por la derecha y el árbitro Moreno -muy cerca de la jugada- cobró penal para desatar la locura en Las Chacritas y liberar la impotencia en Rivadavia. Fabricio Illanes lo cambió por gol y dio vuelta la historia para que el humilde equipo del Este sanjuanino empezara a sentirse de Primera otra vez. Y desde ahí, el descontrol. Adentro y afuera. Los jugadores de Rivadavia descontrolados contra el juez, los hinchas agrediendo a la dirigencia de la Liga y sabiendo muy en su interior que jugandolo como lo hicieron en esos 10 primeros minutos del segundo tiempo pudieron tener otro destino. Igual, le tocó festejar a Libertad que volvió a Primera.

 

PROTAGONISTAS

 

Jesús Vila

"Es un momento inolvidable para mí. Este fue un año duro por razones muy personales y lograr este ascenso es una caricia al alma que nos merecemos por lo que nos sacrificamos".

 

Maximiliano Molina

"Parecía que se nos complicaba muy feo cuando ellos se pusieron arriba pero reaccionamos y terminamos ganándolo bien. Fue rara tanta polémica pero fuimos justos vencedores".

 

Silvio Molina

"En el fútbol siempre hay revancha pero creo que no merecíamos un arbitraje así. Nos duele por el trabajo que hicimos. Pero está la chance intacta y este grupo saldrá adelante".

 

El héroe de otro ascenso

 

 

Ama a Libertad Juvenil prácticamente desde la cuna. Fabricio Illanes nació, se crió, sufrió y ayer le tocó festejar otro ascenso del club de sus amores, con dos goles suyos. "Esto es felicidad completa. Uno ama estos colores y sabe del trabajo que se hace para estar en cancha. Yo más no puedo pedir porque es cumplir el sueño y faltan palabras para agradecer a todos los que nos apoyan en nuestro pueblo, que es muy humilde, donde todo nos cuesta el doble y donde sabemos que llegar a estas conquistas es casi imposible pero lo logramos".

 

 

Era fiesta completa. Dos hinchadas, cancha con excelente marco y dos equipos con ambiciones parecidas. Todo bien, todo intenso pero luego llevado al descontrol cuando se desencadenó el resultado final y lejos de reclamar al juez Moreno, los hinchas de Rivadavia y hasta los propios jugadores de La Bebida decidieron que el blanco de su impotencia fuera el presidente de la Liga, Alberto Platero, que pasó un momento horrible, recibiendo insultos y escupitajos sin justificación.