Diario "La Acción”, San Juan 30 de agosto de 1944 – Municipalidad de la Ciudad de San Juan.
"Llamase a Licitación pública y escrita para el día 6 de septiembre próximo entrante, a las 16 horas, para la adquisición de treinta mulares con destino a los carros de servicio municipal. Las propuestas deberán presentarse en la Secretaría municipal el día y hasta la hora indicada, en sobre cerrado y lacrado, en el sellado correspondiente y acompañado de un certificado de depósito de garantía igual al 5% del valor de la propuesta, hecho en el Banco de San Juan, a la orden de la Intendencia. Los interesados pueden solicitar el pliego de condiciones en Inspección General, todos los días hábiles en horario de oficina. San Juan, 25 de agosto de 1944 – Hugo M. Correa – Secretario General – Nº 1776 v/6/9/44.”
Licitar la adquisición de mulares para un servicio que prestaba la Municipalidad de la Ciudad de San Juan, puede parecer en la actualidad algo muy curioso, pero en esa época, a poco de ocurrido el terremoto de enero de 1944 era común que se hiciera este tipo de llamado. Por entonces no se hablaba de la prohibición de utilizar animales para algún trabajo específico en el área oficial y el sentido de explotación era otro.
El aviso en cuestión también nos muestra otra particularidad de nuestra ciudad o provincia. A siete meses de la catástrofe del terremoto, la vida en la ciudad se reencauzaba y comenzaba a tomar el ritmo normal que a partir de ese momento se restablecería como signo distintivos de una ciudad que supo sobreponerse a la adversidad.
Por Leopoldo Mazuelos-Corts DNI 5.543.908
Dirigente vecinal