Varios performers sirvieron de modelos para los dibujantes.

 

Líneas y formas, colores y texturas. Todo un universo creado desde la punta de un lápiz, marcador o carbonilla. En el papel, criaturas figurativas o abstractas, según el caso, cobraban vida propia. La imaginación y la creatividad estaban desatadas, sin cadenas, sin límites. Así se vivió la denominada ‘Noche del Dibujo’, una experiencia de intervención y performance que se llevó acabo a noche en las salas y galerías del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson. Como resultó exitoso el año pasado, se repitió una vez más esta propuesta que convocó a dibujantes profesionales y aficionados a intercambiar sus talentos y habilidades. Pero el público no tuvo un rol pasivo o de mero espectador, al contrario, se sumó a dibujar lo que sea. Desde objetos, cuerpos humanos o cualquier imagen lograda del interior de la persona. Incluso, los más chicos aprovecharon cada rincón para dibujar lo que ellos quisieran. Una asistente fue llevando en un carrito cargado con resmas, gomas, sacapuntas, lápices negros y de colores de gran variedad de trazos que fueron distribuidos para todos los asistentes. También hubo personas que llevaron sus propias cartucheras particulares. Y por si fuera poco, además de dibujar, se podía degustar un vaso de cerveza artesanal bien helada para pasar la jornada nocturna, que era bastante calurosa. Diversos estilos, técnicas y estéticas se conjugaron en este evento, que contó con la participación de varios modelos y performers, pero también de conocidos dibujantes del ambiente como Alejandra Carabante, Carolina Meló, Alberto Sánchez Maratta, el Grupo Nave de Piedra, Croquiseros Urbanos, Inés Lalanne, Laura Valenzuela, entre otros. Mientras dibujaban, la ambientación sonora y musical, fueron de la mano con Melodía Leiva y Fernando Higinio García, más la sesión de pistas de DJ Renzo en el hall del museo.

Figurativo o abstracto, todo valía para dar rienda suelta a la creatividad. 

La Noche del Dibujo, fue con el fin de reunir a hacedores para celebrar el Día Nacional del Dibujante, en memoria del historietista e ilustrador más importante del país, Alberto Breccia.

 

Alberto Sánchez trabajando con la técnica del ‘siluet’, que consiste en dibujar la sombra proyectada en un papel y luego recortarla.

 

En grupo o de manera individual, cada joven buscaba la manera más práctica de trabajar en el papel.

 

FOTOS MARIANO ARIAS