En Mayo de este año, Linkin Park lanzó “One More Light”, su último álbum de estudio, un disco que recibió diversos tipos de críticas, particularmente desde esta sección la opinión de quien escribe no fue la mejor, un trabajo muy alejado de las raíces Alt Rock/Nü Metal de la banda californiana.

 

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Exactamente dos meses después de publicado ese séptimo álbum de estudio, el vocalista Chester Bennington se suicidó, ahorcándose en su residencia ubicada en Palos Verdes, California. La banda suspendió la gira, de la que habían quedado algunas grabaciones, de esos registros nace “One More Light Live”, un disco con 16 pistas, de las cuales la mitad pertenecen a su último trabajo de estudio y el resto son canciones que los llevaron a la cima.

“One More Light Live” abre con el sonido de la multitud gritando el nombre de la banda y comienza a sonar “Talking To Myself”, una apertura muy bien orquestada, ideal para un álbum que captura a la perfección la química con el público. “Burn It Down”, muestra a una banda vibrando y la voz de Bennington convirtiéndose en el centro de atención, como lo hace a lo largo de todo el show. Mike Shinoda y Chester Bennington bromean en distintos momentos, también le cuentan anécdotas a sus fans y Bennington agradece permanente al público por su fidelidad.

 

 

“Battle Symphony” ofrece una conmovedora intensidad cuando Chester canta “toda mi vida frente a mí”. Le sigue el sonido pesado de “New Divide”, que habían publicado en la banda sonora de “Transformers: Revenge Of The Fallen” (2009). En “Invisible”, Shinoda toma el centro del escenario y luego dan paso a “Nobody Can Save Me”, segunda vez que la banda la presentaba en vivo.

 

La melancolía impregna al himno esperanzador anti-suicida “One More Light”, mientras Bennington canta “¿Puedo ayudarte a no lastimarte más?”. Dadas las circunstancias posteriores, esta canción toma mayor relevancia, una pista muy sincera y esperanzada en un momento sombrío. Otro instante conmovedor es “Crawling”, con Bennington acompañado solamente por el piano, el cantante arrodillado en la pasarela y el público posando sus manos sobre Chester, como tratando de consolarlo y contenerlo.

 

 

Shinoda y el público cantan “Leave Out All The Rest”, luego Bennington y la banda arremeten poderosamente. Uno de los puntos más destacados está en “Good Goodbye” que cuenta con la participación del rapero Stormzy. La canción deja una gran energía que da pie a “What I’ve Done”, con una desgarradora entrega vocal de Chester, y el siempre fenomenal “In The End”, con Shinoda y Bennington haciendo una pareja interpretativa impecable.

 

Chester presenta “Sharp Edges”, y ofrecen una versión acústica de la canción. La camaradería y amistad con Shinoda se dejan ver en distintos momentos. Luego llegan “Numb”, el confesional “Heavy”, y cerrando el disco el rockero “Bleed It Out. La lista de canciones fue diseñada para presentar a los fans el disco “One More Light”, y lamentablemente terminó convirtiéndose en un homenaje a un vocalista que decidió quitarse la vida, algo que ya había dejado entrever en muchos de sus comentarios. De niño fue abusado y eso es algo que martirizó toda su vida.

Un gran disco póstumo de Chester que muestra la química de la banda con su público y la complicidad entre los músicos.
Calificación: 5 estrellas de 5.