Todo estaba por definirse en una de las series más atractivas de los octavos de final de la UEFA Champions League. El FC Bayern München y el Liverpool FC, ambos campeones de Europa en cinco oportunidades, se enfrentaban en el Allianz Arena por un boleto hacia la siguiente fase tras haber igualado 0-0 en el partido de ida disputado en territorio inglés. Y fue el visitante, con dos goles de Sadio Mané y uno de Virgil van Dijk, el que se impuso por 3-1y se quedó con la clasificación.

 

El duelo comenzó con el elenco bávaro como protagonista en su propia casa. Desde la posesión, intentaba penetrar los organizados bloques del equipo inglés que dirige Jürgen Klopp, pero no tuvo éxito en el primer cuarto de hora. Un remate muy desviado de Thiago Alcántara y la prematura salida por lesión de Jordan Henderson (reemplazado por Fabinho) fue lo más destacado en 20 minutos muy parejos.

 

Pero al minuto 25, el Liverpool despertó y abrió el marcador a través del pie zurdo de Sadió Mané, quien con un control orientado le ganó la posición a Rafinha y utilizando un movimiento de cintura eludió en la puerta del área a Manuel Neuer (quien salió demasiado lejos) para anotar el primer gol. Este tanto obligaba al conjunto muniqués a marcar dos goles, ya que el empate en terreno germano favorecía a los Reds.

 

Por ello el Bayern Múnich salió inmediatamente en busca de la remontada y consiguió igualar el partido antes del descanso. El empate llegó con una jugada de Serge Gnabry por la banda derecha. El extremo alemán envío un centro para Lewandowski que fue desviado por Matip contra su propio arco. Ese tanto impulsó a los jugadores del club bávaro en su búsqueda del gol necesario para arrebatarle la clasificación al vigente subcampeón del certamen.

 

La tónica de la etapa inicial cambió levemente en el inicio del segundo tiempo porque el Liverpool comenzó a comprometerse más con el balón y el Bayern buscaba sacar rédito de ese protagonismo compartido, sobre todo con ataques rápidos encabezados por Gnabry por la derecha. Tras cumplirse los primeros 15 minutos del complemento, Kovac mandó a la cancha a Kingsley Coman en lugar de Ribéry para intentar replicar estos ataques en el carril opuesto.

 

 

 

No obstante, cuando el equipo bávaro crecía poco a poco, el de Klopp encontró un gol vital para poner en aprietos a su rival. El defensor holandés Virgil van Dijk marcó el 2-1 con un cabezazo fulminante y dejó al combinado inglés al borde de la clasificación a la ronda de los ocho mejores.

 

La estocada final la dio nuevamente Sadio Mané, esta vez tras un gran centro de Mohamed Salah con el revés del pie. El delantero senegalés terminó de dilapidar las esperanzas de los alemanes, que afrontaron este partido con tres bajas de peso: Thomas Müller, Joshua Kimmich (suspendidos) y Arjen Robben (lesionado).

 

Los Bávaros han quedado eliminados antes de los cuartos de final por primera vez en ocho ediciones y ahora se concentrarán en lograr su octavo trofeo de la Bundesliga consecutivo. Están igualados en puntos con el Borussia Dortmund (57 unidades).

 

El Liverpool, en tanto, ha conseguido su primera victoria de visitante en esta edición de la Champions League, justo a tiempo para seguir en carrera. A nivel doméstico, tras liderar el campeonato inglés durante 10 fechas, ahora se encuentra un punto por debajo del Manchester City. La temporada pasada fueron finalistas de esta competencia continental, por lo que aspiran a repetir esa actuación y estar en el Wanda Metropolitano de Madrid el próximo 1 de junio.