Los primeros camiones con ayuda humanitaria para millones de venezolanos sofocados por la escasez de alimentos y medicinas llegaron ayer a la frontera con Colombia, a la espera de que el gobierno de Caracas permita la entrada, una situación que Estados Unidos no planea forzar.
Un equipo de la agencia de noticias Reuters vio arribar a la ciudad colombiana de Cúcuta, fuertemente custodiados por policías, al menos siete camiones al centro de acopio coordinado por autoridades de Bogotá y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
El presidente Nicolás Maduro ha negado tajantemente que en su país exista una crisis humanitaria, pese al éxodo de tres millones de personas en los últimos años, y dice que su gobierno no aceptará "limosnas" y menos de la Casa Blanca, a la que acusa de querer derrocarlo y de asfixiar la economía con sanciones.
El enviado especial de Washington para Venezuela, Elliott Abrams, dijo ayer que la asistencia estadounidense seguirá llegando a la frontera venezolana con Colombia pero que no forzarán su ingreso.
El gobierno de Maduro, cuya legitimidad ha sido cuestionada por decenas de países tras una controversial reelección en 2018, bloqueó esta semana un puente que conecta con Colombia, atravesando un camión cisterna y dos contenedores en las vías.
Una fuente de la embajada de Estados Unidos en Colombia dijo a Reuters que alimentos, suplementos nutricionales, kits de aseo personal y medicamentos integran la ayuda en el centro de acopio cercano al Puente de Tienditas, uno de los que conecta la vasta frontera de 2.200 kilómetros entre los dos países.
Con los camiones apostados en la frontera, las autoridades de Colombia y Estados Unidos esperan presionar a Maduro para abrir las vías de acceso, mientras miles de venezolanos claman por ayuda en medio de una grave crisis económica y política. Los ánimos se han caldeado después de que el opositor Juan Guaidó se proclamó presidente encargado el mes pasado.