Ya había anochecido aquel 13 de julio de 2019 cuando, a eso de las 20, el exministro de la Corte de Justicia Ángel Humberto Medina Palá llegó a su casa en el microcentro capitalino y se topó con una sorpresa: el portón de ingreso entreabierto y, adentro, todo revuelto. La sorpresa para el exmagistrado fue doble, porque su vivienda contaba con custodia policial. De hecho, el policía que había ingresado a las 14 dijo que sólo se había ausentado de sus funciones en la vigilancia de ese domicilio en tres ocasiones, para ir al baño en un edificio público contiguo. Y estaba merendando en ese otro lugar cuando el damnificado y su señora volvían de los trámites que habían salido a hacer alrededor de las 13 de aquel día, consta en el expediente.

El exministro denunció el robo de 6.000 dólares, $50.000, 3.000 pesos chilenos y joyas varias. Esa misma noche, pesquisas de Criminalística levantaron huellas que les resultaron sospechosas en la vivienda del exjuez y serían claves para esclarecer el caso.

Enseguida pudieron saber a quiénes pertenecían esos rastros: a Juan Ángel Castellino (22), un sujeto que un par de meses atrás (el 7 de mayo de 2019) había recibido una condena de 3 años en suspenso (sin encierro) por un hecho similar. Y a Facundo Axel Gil Funes (22), un joven sin antecedentes.

Las capturas de ambos no resultaron sencillas para los policías de Robos y Hurtos. Gil Funes los insultó cuando llegaron a apresarlo. Y Castellino intentó escapar cuando le cayeron a la casa de sus padres en Capital, y terminó bastante complicado, porque esa vez llevaba puesta una cadenita de oro con dos dijes (una piedra rosa y otro en forma de cruz) que el exministro reconoció luego, sin dudar, como suyas.

A pesar de la contundencia de esa prueba, Castellino negó haber sido uno de los que forzó el portón con cierre eléctrico en la casa de Medina Palá. Detalló las supuestas actividades que realizó con otros familiares ese día, desde el almuerzo hasta las 22, y aseguró que la cadenita la había comprado en una mercería.

Para la Fiscalía, el descargo de Castellino (Gil Funes se negó a declarar) no conmovió la sospecha de que, junto a otro imputado, fueron los autores de ese robo.

La acusación mandó de nuevo a los calabozos a Castellino, con prisión preventiva por el robo al exministro, indicaron fuentes judiciales. De todos modos, los plazos de preventiva vencieron y quedó libre. Así llegará a juicio ante el juez Víctor Hugo Muñoz Carpino (Sala I de la Cámara Penal), igual que su presunto cómplice.

Sin embargo, ambos podrían buscar otra salida: Castellino admitiría su responsabilidad en un juicio abreviado; Gil Funes pediría que le concedan la probation. Eso lo definirán en los próximos días a través de su defensor oficial, Carlos Reiloba, con la fiscal del caso, Marcela Torres, indicaron las fuentes.