Nadia Alcaráz es una joven mamá que hace un año atraviesa el peor momento de su vida. El 29 de octubre del año pasado fue detenida en plena calle junto a sus dos hijos menores por personal de la Comisaría Ansilta y desde ese día asegura que nunca más volvió a ver a sus pequeños Felipe y Mirko.
"Mi expareja (desde ahora R.B) es una persona abusiva, violenta, al cual todos le tienen miedo, siempre anda diciendo que es dueño de Pocito y que siempre hace lo que quiere. Me golpeó, me abusó, me insultó, y cuando no di más nos separamos. Al momento que me fui a vivir sola con mis hijos a un departamento, él ya tenía otra relación, incluso me dijo que tuviéramos una relación de a tres", comentó Nadia, notablemente cansada por la situación que atraviesa.
Y continuó: "Me detuvieron cuando volvía de buscar a mis hijos a la escuela. Me dijeron que tenía una denuncia de violencia en mi contra, que golpeaba a mis hijos y terminé tres días en un calabozo de la comisaría Ansilta tirada en el piso sin siquiera poder ir al baño de mujeres. Cuando salí busqué a un abogado que me asesoró mal y nunca hice una denuncia en contra de R.B. Luego encontré a una buena profesional que me ayudó", comentó Alcaráz.
Entre las irregularidades que denuncia Nadia, dice que cuando la detuvieron le enumeraron tres denuncias en su contra pero actualmente pesa una sola, y que además posee una perimetral que le impide acercarse a sus hijos. "Me detuvo el por entonces Jefe de la Comisaría Ansilta junto con dos mujeres policías y a mis hijos se los llevó en un auto particular de color rojo, me acuerdo patente porque mi exa estaba dando vueltas en el auto cuando todo sucedió. El comisario es íntimo amigo de mi expareja, y son iguales de abusivos", comentó Alcaráz.
Y agregó: "Mis padres tampoco pueden ver a mis hijos, yo no puedo acercarme, y todas las denuncias son falsas, son inventadas por esta persona abusiva y manipuladora en complicidad, porque él trabaja o trabajaba en la Comisaría Séptima y no podía denunciar en su lugar de trabajo".
"Estuve mucho tiempo callada por miedo pero ya no doy más, necesito estar con mis hijos. No puedo conseguir ni un solo testigo porque donde vivía todos le tienen miedo, saben lo que es capaz de hacer, ni siquiera mi mejor amiga que fue testigo de los malos tratos quiere atestiguar porque teme por su propia familia", sentenció.