El sábado por la noche, cuando regía la obligación de aislamiento, agentes de la Policía de la Ciudad hallaron a un hombre mayor con un niño caminando por la zona del barrio de Palermo conocida como Las Cañitas. Notaron un trato violento del hombre hacia al chico. Tiraba de su brazo al tiempo que caminaban.
En cercanías del Hospital Militar, en la esquina de Benjamín Matienzo y Arce, los policías pidieron explicaciones para saber por qué no estaba cumpliendo la cuarentena y por qué zamarreaba de esa manera al chico. Obviamente las preguntas de los policías de la Comisaría Vecinal 14B fueron dirigidas al hombre de 54 años quien mostró muchas dudas al responder. Los policías notaron algo extraño en el modo de actuar del padre, y decidieron entonces hablar con el niño.
Fue entonces que un simple interrogatorio para determinar por qué no estaban cumpliendo el aislamiento se transformó en un caso de abuso de menores. El chico de siete años, les dijo de manera espontánea a los policías que unos instantes antes de la detención su padre había estado tocándole sus partes íntimas.
El padre, según el relato del hijo, había abusado de él en plena calle y por la noche. Los policías primero llamaron al juzgado federal 9, que está de turno y recibe todas las consultas sobre cómo actuar en los casos de ciudadanos que violan la cuarentena obligatoria. Pero el caso quedó radicado por el delito de abuso sexual simple en el juzgado de Instrucción 62 a cargo de Patricia Guichandut.
En medio de la pandemia, los policías que estaban en la calle destinados a evitar que la gente circule por la Ciudad como si nada sucediera, se encontraron con una situación de abuso y, además de detener al padre abusador, derivaron al menor al Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad.
El abusador detenido -cuya identidad no se revela para preservar la de su hijo- es argentino, tiene domicilio en Belgrano, cerca de donde lo detuvieron y se dedica al comercio de accesorios para celulares.
Un delito aberrante, descubierto casi por casualidad, por policías que estaban trabajando para impedir que se expanda la pandemia.