Un joven comenzó ayer a ser juzgado en la Sala I de la Cámara Penal, sospechado de haber sido parte de la banda de tres delincuentes que, a punta de arma de fuego, encañonaron a una mujer que dijo haber ido a un conflictivo barrio de Concepción, en Capital, a comprar un auto acompañada por un amigo y un cuñado. Esa mujer es Antonella Eliana Carrizo, la mamá de Uma, la beba de 3 meses asesinada de un tiro en la cabeza cuando la cargaba en sus brazos mientras trataba de huir de una banda que tiroteaba su casa en el barrio Huarpe, en Pocito, la noche del 4 de enero de 2014. Al otro día, la criatura murió y al cabo de un juicio en el que se sospechó que el ataque estaba vinculado a un tema de drogas, siete de los atacantes fueron condenados a prisión perpetua.
El sospechoso negó haber sido uno de los asaltantes. Dijo que a la hora del robo comía y bebía con un familiar
El caso que tiene a Gabriel Alejandro Oviedo como acusado de asaltar a Antonella Carrizo, a su amigo Norberto Antonio Rodríguez y al cuñado de la mujer Pablo Nahuel Castro, ocurrió sobre las 20,30 del 4 de enero del año pasado en el interior del barrio General Acha, uno de los más conflictivos del norte de Capital.
En la primera audiencia del juicio, la mujer reiteró con algunas diferencias cómo ocurrieron los hechos aquel día. Diferencias porque, por ejemplo, ayer habló de $200.000 en lugar de los $190.000 denunciados como robados inicialmente, precisaron fuentes judiciales.
Según su relato, aquella vez vio por Facebook que una mujer ofrecía un Chevrolet Corsa que le interesaba y que luego de contactarse con ella fue hasta el barrio General Acha para cerrar la operación, acompañada por dos hombres. Cuando llegaron, los esperaba una mujer que luego de constatar que era la compradora, se fue y aparecieron tres sujetos con armas de fuego. Según la mujer, luego de reducirlos, revisaron el auto, les quitaron el dinero y efectuaron al menos un disparo para echarlos del barrio.
De los tres sospechosos, Oviedo fue el único en ser detenido pero ayer declaró ante el juez Juan Carlos Caballero Vidal (h), la fiscal Marcela Torres y sus defensores Horacio Merino y Omar Quiroga. Según su relato, nada tuvo que ver con el asalto que le atribuyen pues, aseguró, a la hora en que se cometía el delito, comía y bebía con un familiar en otro lugar.