Que Mario Gastón Lima Ortega (23) y Luis Maximiliano Quiroga (18) salían de la casa de una hermana de este último en la Villa Huarpe, en Pocito, cuando fueron atacados por al menos un sujeto que tumbó de una pedrada en la cabeza a Lima Ortega, quien no pudo hacer arrancar su moto. Que a pesar del golpe, pudo montarse en la moto de su amigo y ambos huyeron por el lateral Oeste de la Ruta 40 hacia el Norte, y giraron por calle 5 hacia el Oeste, perseguidos de cerca por un sujeto en moto y otros tres en un auto. Que en medio de esa persecución les efectuaron disparos, hasta que ambos cayeron de la moto (allí quedó también tirada un arma) en el cruce con calle Calingasta, en Rawson, donde Quiroga pudo escapar. Lima Ortega, sin embargo, no tuvo la misma suerte aquel 27 de marzo pasado alrededor de las 5,30. Fue alcanzado por los atacantes, que no se midieron: "le dieron trompadas, patadas y hasta lo golpearon con un ladrillo, le sacudieron la cabeza contra el asfalto y cuando estaba medio desmayado, uno de los sujetos se volvió y le pateó la cabeza".
Según fuentes del entorno familiar y otras ligadas a la investigación con pesquisas de Homicidios que dirige el coordinador de fiscales Adrián Riveros, esa secuencia aproximada tuvieron los hechos aquel 27 de marzo. Ayer en la mañana, el tremendo ataque le costó la vida a Mario Gastón Lima Ortega.
En el lugar donde atacaron la víctima quedó tirada la moto de su amigo y un arma
El joven era padre de una nena, vivía en la Villa Rojas, Rawson, y se ganaba la vida haciendo changas de albañilería con su padre, que dejó de trabajar para poder cuidarlo mientras estuvo internado, contaron ayer allegados a la familia. Según esos voceros, entre sus amigos y los vecinos de la víctima hicieron una colecta para que la familia pudiera costear los servicios fúnebres.
La versión que habría dado ayer el amigo, incluía el presunto robo de la moto de la víctima, que en principio no arrancaba, en la Villa Huarpe, y que luego fue encontrada tirada en otro sector del mismo asentamiento, indicaron.
Sin embargo, ayer pesquisas no descartaban otras teorías sobre el móvil del ataque. Y profundizaban otras líneas de investigación para desentrañar por qué razón se empecinaron en golpear tanto a Lima Ortega, cuando esa reacción no ocurre generalmente en un asalto.