Complicado. Así se presenta el panorama para un changarín de 26 años: había sido condenado el lunes a una pena sin encierro por lesionar a golpes a su ex, recuperó su libertad ese día y el último jueves volvió a caer por un delito mucho más grave: la supuesta violación de la hija de 6 años de su expareja.
Estar condenado y quedar bajo sospecha por un nuevo delito fue un obstáculo para que ese sujeto (L.D.M.) pudiera seguir en libertad, y por eso ayer el juez de garantías Matías Parrón lo mandó preso al Penal de Chimbas preventivamente por 6 meses, tal como pidió su defensor Claudio Vera, mientras el fiscal de la UFI ANIVI, Eduardo Gallastegui, investiga a fondo: le dieron 6 meses de plazo para esas averiguaciones.
Los problemas para ese sujeto comenzaron el viernes de la semana pasada, cuando quedó detenido por lesiones y un supuesto abuso sexual contra su expareja, con quien tiene un hijo en común. El lunes, el juez Juan Gabriel Meglioli lo condenó a 6 meses sin encierro solo por las lesiones y lo dejó en libertad.
Pero enseguida volvió a ser denunciado por esa joven de la que se separó unos 3 meses atrás, por un delito mucho más grave: el supuesto acceso carnal de la nena.
Ayer, el acusado negó haber cometido ese delito. Y atribuyó todo a una supuesta venganza de su ex porque él quiso terminar la relación. "Me dijo que me iba a fundir", declaró ante el magistrado.
Si cometió o no el grave ilícito sexual que le atribuyen se confirmará en los próximos días, cuando la menor sea entrevistada con el sistema de la Cámara Gesell. En esa audiencia se espera que confirme lo que supuestamente le contó a una tía suya, un hecho que habría ocurrido antes de que el sospechoso se separara de la madre de la nena. La evaluación de ese relato, será clave para la suerte del detenido.