Las cosas se precipitaron para peor en la madrugada del pasado 9 de enero, cuando un joven descubrió a su hermana de 15 años manteniendo relaciones sexuales con su primo de 19. El hecho estalló como una bomba en el interior de esa familia, pero al otro día hubo denuncia en el Anivi. Cuando el médico constató las lesiones en la jovencita, el fiscal de la UFI Anivi, Roberto Mallea, pidió la detención del sospechoso, que el mismo 10 de enero fue a parar a una comisaría.
La investigación entonces se encaminó a determinar con precisión en qué circunstancias habían ocurrido los hechos, para saber si la chica había sido o no obligada a mantener ese contacto sexual.
En el Anivi, ante una psicóloga, la menor aseguró: "Fui abusada por mi primo", pero en esa entrevista no refirió haber sido amenazada, golpeada o chantajeada por su primo para acceder a ese único encuentro sexual, indicaron fuentes judiciales.
Durante tres años, el condenado no podrá acercarse ni contactar a la víctima ni a su familia
Esa fue una de las razones por las que el caso fue calificado como abuso sexual por aprovechamiento de la inmadurez sexual de una víctima menor de 16 años, precisaron.
Ese iba a ser uno de los argumentos por los que la defensa oficial de ese joven (B.O.) encabezada por Hugo Trigo y Carlos Fleury, iba a pedir ayer la excarcelación de su defendido.
Pero el propio sospechoso allanó el camino para no llegar al Tribunal de Impugnación, al aceptar que había abusado de su prima aquella madrugada de enero en que un hermano de ella los sorprendió en una habitación de su casa de Rawson.
Por esa razón las partes acordaron la celebración de un juicio abreviado, que fue expuesto ante la jueza de Garantías Gema Guerrero. En ese pacto, el imputado aceptó la pena de 3 años de ejecución condicional (sin encierro) y también cumplir ciertas medidas de coerción por el mismo período. A saber: someterse al Patronato de Presos, no consumir alcohol ni drogas y no acercarse, contactar ni molestar a la víctima y a su familia, indicaron.
Luego de conocer que el imputado no había sido presionado para aceptar que cometió un delito sexual, la jueza la condenó pero lo dejó libre en el acto.