Con la presencia de los secretarios de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, fue presentada la primera papa resistente a una de las enfermedades que más suele complicar a este cultivo, el virus PVY, que afecta en ocasiones a casi el 80 por ciento de los cultivos, generando pérdidas millonarias.
Se trata de una variedad de papa spunta, denominada Ticar, que le confiere al cultivo resistencia al virus PVY y que saldrá a la venta el año que viene, con beneficios productivos y económicos estimados en 45 millones de dólares por año, sólo en el mercado argentino.
Técnicamente, se logró modificar el código genético de la papa para que sea resistente al virus, a través de un proceso similar a lo que produce una vacuna en el caso de humanos o animales, que activa y prepara al sistema inmune para la defensa contra un patógeno determinado.
El desarrollo llevó casi 20 años, desde que comenzó a investigarse en 1999 junto a científicos del Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología del Conicet. El trabajo, una conjunción de esfuerzo público-privado, fue presentado por Tecnoplant, subsidiaria de Grupo Sidus.
Tras completar todas las aprobaciones fitosanitarias el 8 de agosto último, Tecnoplant realizó la presentación en la Rural.
Para Marcelo Arguelles, presidente del Grupo Sidus, la papa transgénica constituye "un gran avance. Para Tecnoplant, este evento es lo que para Sidus fue la generación Pampa de terneros productores de la hormona de crecimiento en la década pasada", expresó.
Además del control sanitario de un virus altamente dañino, esta variedad de papa permitirá a los productores achicar costos, sostienen los obtentores de la biotecnología.
El virus PVY es una enfermedad que usualmente fuerza al productor a tener que comprar semilla de papa año tras año, desde lugares o regiones "santuarios" libre del virus.
El nuevo desarrollo, "si bien no eliminará la necesidad de volver a comprar semilla en forma periódica, permitirá espaciarlo con dos o tres temporadas de resiembra de uso propio por parte del productor, lo cual le dará más libertad para manejar su cultivo y reducir sus costos", indicaron desde Agroindustria.
El Grupo Sidus, por su parte, remarcó que "con el cultivo de esta nueva papa mejorada los productores obtendrán beneficios directos tales como: reducción cercana al 10 por ciento en los costos de producción de papa para consumo fresco, con una valoración económica anual de la mejora de 40 a 45 millones de dólares; aumento de la competitividad de la cadena de valor; menor uso de agroquímicos (en especial, insecticidas) con la consecuente reducción del impacto ambiental; y mejoras en los rendimientos con mayor productividad".
La empresa
El Grupo Sidus viene trabajando en biotecnología desde la década del 80. Cuenta una dotación de 500 empleados y una facturación anual cercana a los 60 millones de dólares. "Esto demuestra también que en Argentina hay tecnología más allá de la informática y el mundo digital", dijo Marcelo Argüelles, su presidente.