Este campeonato en el Gran Premio Cordillerano fue distinto a todos los demás para Victoria Chiappero. El año pasado llegó junto a la escuelita de hipismo que dirige en el Club Lago San Agustín pero no pudo competir porque llegaba en su quinto mes de embarazo. Esta vez el titulo fue especial porque tuvo en las tribunas a su pequeño hijo Lorenzo y a su esposo Máximo Pedrini. "Es una felicidad enorme poder ganar en San Juan, una provincia que amo y que esté mi bebé viéndome. Lorenzo es lo mejor que me pasó", comentó la cordobesa.
"Mi caballo es el mejor del mundo, siempre lo digo. No fue una buena jornada el sábado pero hoy (por ayer) respondió de la mejor manera y pude quedarme con el triunfo que es más que especial", expresó la ganadora que tras el nacimiento de su hijo en octubre recién volvió a montar en febrero. Viene de ganar en San Francisco y en Córdoba y ahora nuevamente repitió en San Juan.
"Me llamaron desde acá hace 20 días preguntandome si iba a venir y les contestó que este certamen no me lo pierdo ni loca. Los sanjuaninos son increíbles, siempre me dieron su cariño y este campeonato es para ellos", comentó.
Victoria, quien conoce a la perfección como ganar en San Juan ya le está transmitiendo su pasión a su pequeño, quien ayer con una enorme sonrisa observaba a su mamá pero en los brazos de su papá.
"Él (por su esposo) es fanático de las motos y los quatris, nada que ver con lo mío, así que veremos por qué deporte se decide cuando crezca. No lo vamos a presionar", comentó Chiappero, quien logró su cuarto campeonato en los pagos sanjuaninos.
Gómez los cuidó
Edgardo Gómez fue el veterinario de guardia quien estuvo atento a cada problema que los caballos pudieran sufrir en el certamen. Para él fue el quinto año trabajando en el Cordillerano. Gómez es todo un especialista en la salud de equinos ya que lleva 35 años trabajando en esa especialidad, contó que las patologías más comunes fueron las clauvicaciones y los cólicos.