A las 20,30 un partido de naipes, específicamente a ‘La Escoba’, es tan cotidiano como el momento que dedica a rezar el Rosario. La mayor parte del tiempo la pasa tejiendo, al estilo crochet, y salvo por la capacidad auditiva, Sofía Zárate está muy bien. A los 100 años, no toma un medicamento.
“Los cumplió el 30 de septiembre y fue un festejo íntimo, en casa. Esperamos las condiciones para que se pueda hacer la celebración en la que se reúna toda la familia”, resaltó su hija María Yolanda Correa. A esa mesa está previsto que asistan al menos los 67 descendientes: 4 hijos, 12 nietos, 43 bisnietos y 8 tataranietos.

Sofía enviudó hace poco más de 10 años y se fue a vivir con su única hija, quien desde antes y hasta la actualidad reside en San Agustín. Por eso sus tres hijos varones viajan, cuando pueden, desde San Juan a visitarla.
“El año pasado sufrió neumonía y estuvo muy delicada pero gracias a Dios salió a flote y hoy anda muy bien. Se maneja sola y le dedica mucho tiempo al tejido. Si bien se le nota el cansancio de los años, siempre ha sido una mujer muy activa”, resumió María Yolanda.

Por sus problemas de audición ya no le presta tanta atención al televisor y a la radio, aunque Sofía no se aburre y tiene sus horas ocupadas. Tampoco hay problemas al momento de comer. No importa si son fritos, harinas, salsas o grasas. No hay ningún alimento prohibido. “El plato que cocino lo come sin problemas. Eso sí, a la noche toma solamente un café con leche y tostadas”, agregó su hija.
Volviendo a la celebración pendiente, María Yolanda anticipó que se hará en la ciudad de San Juan porque así se trasladarán menos personas de una ciudad a otra. Además, es un viaje que disfruta Sofía. Mientras tanto, Sofía continuará tejiendo, rezando y jugando los partidos a la escoba.

