La responsabilidad que tiene Marcelo Galarza sobre el arma con la que su hija, Nahir, asesinó a su exnovio Fernando Pastorizzo el 29 de diciembre en Gualeguaychú, volvió a poner bajo la lupa a un hombre que en el pasado ya había tenido problemas judiciales. El policía llegó a juicio oral y púbico por homicidio y tiene además otro expediente por presunta apropiación de armas.
Al respecto, el Jefe Departamental de la Policía, Carlos Pérez, sostuvo que “no es normal” que Galarza tuviera tantas causas en su contra y que todo está siendo investigado por Asuntos Internos. En principio, durante los próximos 30 días, deberán determinar qué tipo de sanción le cabe por el cuidado de la pistola 9 milímetros. La misma podría llegar hasta los 60 días de arresto y, en el peor de los casos, la baja de la institución.
“Hay que ver si Nahir está instruida o ha hecho prácticas de tiro”, dijo Pérez al diario El Día y aclaró que “para usar un arma 9 milímetros hay que saber hacerlo; indudablemente hay que saber utilizarla”.
Los antecedentes de Galarza
En 1998, el policía mató de un escopetazo a Claudio Cañete, un hombre acusado de vender drogas en la ciudad de Concordia. Por este hecho fue a juicio en 2004. La fiscalía pidió entonces 10 años de prisión por homicidio simple al considerar que tuvo “una reacción desmedida” al matar al supuesto narcotraficante. La Justicia, sin embargo, lo absolvió.
La otra causa sigue abierta en la actualidad y tiene que ver con el robo de armas secuestradas a cazadores, en la época en que Galarza trabajaba en la Dirección de Prevención de Delitos Rurales.
Entre 1990 y 1992, el padre de Nahir vivió temporalmente en Estados Unidos lo cual motivó su pase a retiro obligatorio sin goce de haberes a partir de marzo de 2000. Seis años después fue reincorporado.