Nadie está 100% a salvo de las temidas plagas de jardín y es que pueden suponer, no solo una pérdida de tiempo trabajado, sino también de dinero. Sin duda, pueden resultar ser un auténtico dolor de cabeza. El buen tiempo, las temperaturas cálidas y la humedad son focos de cultivo de pequeños insectos que pueden llegar a comprometer seriamente la salud de las plantas. Así que, si estás o has estado en esta situación debes saber que no tienes por qué quedarte con los brazos cruzados. Se aconseja tener una observación exhaustiva para prevenir su aparición y estar alerta son los mejores remedios, antes de que produzcan daños en las plantas, muchas veces irreparables. Para ello, nada mejor que conocer al enemigo y los síntomas que produce. Podemos denominar plaga a la agrupación de animales que se alimenta de las plantas y causa un perjuicio en ellas más o menos grave. Los animales que originan las plagas son insectos, ácaros, nemátodos y otras especies como moluscos, roedores, aves. Para constituir una plaga debe existir un gran número de individuos que ocasione daños evidentes en la planta. Podemos concluir, por tanto, que la presencia de estos insectos en la planta no siempre representa un riesgo para su salud, sino un daño estético, por lo que habría que plantearse si realmente merece la pena un tratamiento fitosanitario ante la sola aparición de algunos individuos o sólo cuando se ve que pueden ser un peligro potencial o real. Marzo es un mes de trabajo en el espacio exterior, pero primero debes combatir las plagas, por ello toma nota y actúa a tiempo.
Arañuela

El Tetranycchus urticae es el ácaro que más ataca en forma de plaga a las plantas. Las hojas se llenan de motas amarillas o pardas y palidecen; después se abarquillan, se secan y caen. A veces se aprecian telarañas; las arañas son casi imperceptibles. Ataca a casi todas las plantas de interior, especialmente la alocasia, rosales, cítricos, etc. Evitar la sequedad ambiental cuando la temperatura es alta, pulverizando con agua. Aplicar de forma periódica un acaricida que actúe de forma sistémica. Para combatirla rociar con un acaricida empapando bien el envés de las hojas. Aplicar un segundo tratamiento dos semanas después.
El pulgón

Esta plaga es común durante marzo y julio. La llegada del calor, sumado a la lluvia y el sol, dan como resultado la aparición de este insecto en las plantas. Se trata de unos pequeños bichos que pueden ser verdes, negros o amarillos y surgen en las hojas y en los tallos tiernos. Suelta una melaza pringosa en el envés de la hoja y, normalmente, se sitúa en los capullos de las flores. Como consecuencia, frenan el crecimiento y evitan la floración de la planta. Otra manera de reconocerlo en los cítricos, por ejemplo, es fijándonos si tienen la hoja girada. Si la tiene retorcida, lo más probable es que el pulgón se esconda en la parte de abajo. Es uno de los bichos más difíciles de combatir, por eso te aconsejamos la observación permanente de tus plantas en el jardín.
La Cochinilla

La cochinilla es una plaga común que chupa la savia con una capa cerosa y ataca a todo tipo de plantas en especial a cactus, suculentas y plantas de interior. Provoca malformaciones de la hoja y el tallo pero se puede erradicar rápidamente. Una solución muy efectiva y natural es mezclar zumo de limón y detergente. Conviene quitar rápidamente la cochinilla porque si no puede favorecer la aparición de un hongo llamado negrilla.
Mordeduras de insectos

Contra las mordeduras, como las de hormigas, saltamontes o caracoles, no hay una solución totalmente eficaz. Una opción es aplicar un insecticida de contacto que, lo que va a hacer es que los animales, nada más rocen las hojas y succionen, se acaben muriendo. También, existen ciertas trampas para evitar que los caracoles, babosas y roedores ataquen las plantas.
Clorosis férrica

Es uno de los problemas que más preocupa. Cuando cultivas plantas de tierra ácida (plantas acidófilas) como los rododendros, azaleas, camelias o las hortensias puede que ocurra que poco a poco sus hojas van adquiriendo un tono amarillento: es la clorosis férrica. Todas estas plantas requieren un sustrato de pH ácido o de lo contrario no podrán absorber el hierro presente en la tierra. Es decir, la absorción de hierro se bloqueará. En los viveros y tiendas especializadas podés encontrar hierro y ayudará a que las plantas recuperen el color verde de las hojas. Se utiliza mezclándolo con el agua de riego.
Oídio

El oídio y la Botrytis es muy similar. El oídio aparece por un exceso de humedad, ya sea porque hemos regado en exceso o porque las hojas se han mojado y han retenido mucha humedad. Se posa en la hoja y acaba matándola, debilitando completamente la planta. Las hojas presentan unas manchas blancas con un pequeño fieltro, es el polvillo típico del oídio que ataca especialmente a los rosales y ebónimo. Suele prosperar cuando las temperaturas son altas y el clima seco. ¿Cómo se puede prevenir? Con un fungicida.
El minador

El minador es un insecto muy pequeño que, normalmente, aparece muy a menudo en los cítricos. Casi no se ve en la hoja pero, si lo miras en detalles, observarás cómo va creando una galería. Un truco para reconocerlo es observar si tiene las hojas rizadas. Si las tiene, probablemente es que habita allí. Para eliminarlo, usa un insecticida específico para minadores de hojas.
Mosca blanca del jardín

Otra de las plagas habitual de jardines y huertos es la mosca blanca. Se nota por la decoloración que deja en las hojas y los miles de motas blancas que se observan con facilidad. Aprovecha el reverso de las hojas para poner sus huevos y deja un rastro que alimenta a los hongos oportunistas, dañando gravemente la salud de la planta.
Recomendaciones generales para evitar plagas de jardín
* Mantén tu jardín limpio de suciedad y malas hierbas que haga criar insectos y plagas. Si mantienes tu huerto y jardín limpio, estarás fomentando la salud general de tus plantas.
* Intercala las plantas y los diferentes cultivos que tengas en tu jardín. Si lo haces, las plagas que puedan aparecer tendrán más difícil expandirse.
* Es importante que riegues a primera hora de la mañana para que el resto del día el follaje se mantenga lo más seco posible. La humedad es caldo de cultivo para insectos y plagas.
* Limpia las herramientas que hayas empleado para tratar plagas. Aunque no lo veas a simple vista, puede tener larvas que se propaguen a otra planta cuando sigas utilizándolas.
* Aunque no te gusten los insectos en general, no todos son tan malos como parece. Las mariquitas, crisopas y algunos escarabajos depredadores como el Calosoma son grandes aliados para tu jardín.
* El asesoramiento en comercios de agroquímicos es fundamental, las proporciones y la periodicidad están en el membrete del insecticida.
