Encuentro generacional. El socialista Benjamín Kuchen, de 75 años, saludó amablemente a Sergio Campos, de 28, militante de la Nueva Izquierda.

 

Tienen posiciones políticas distintas, en algunos casos matizadas por detalles y en otros con concepciones diametralmente opuestas entre sí. Hay diferencias de edad, de trayectoria y de procedencia. Y encima, mañana serán rivales. Pero en el tradicional encuentro que DIARIO DE CUYO realizó entre los candidatos en la víspera de la elección legislativa, reinó la buena onda y la cordialidad, lo que ya es un clásico. La reunión sirve para que muchos se reencuentren y se pongan al día, por ejemplo, sobre sus situaciones familiares, recuerden anécdotas, se lancen bromas, se reconozcan esfuerzos y se den afectuosos saludos. Si bien la cumbre se dio el jueves, a un día de la veda electoral y con el caso Santiago Maldonado a flor de piel, hubo algo de charla política, aunque poca.

 

Familia. Alberto Agüero, Walberto Allende, Martín Turcumán y Vicente Mut se pusieron al día sobre cuestiones familiares, como la cantidad de hijos que ya tienen y a qué se dedican.

La cita fue a las 12 y Walberto Allende, candidato a diputado nacional del Frente Todos, llegó 30 minutos antes. Para hacer tiempo, decidió esperar al resto en un café cercano, junto a periodistas de este medio. Roberto Basualdo y Eduardo Cáceres, de Cambiemos, llegaron puntuales. El macrista se encontró en la puerta del diario con Martín Turcumán, postulante al Senado por ADN, luego de alejarse del PRO por las serias diferencias con la conducción de Cáceres. Ambos se divisaron a la distancia y sus rostros revelaron la sorpresa, pero lejos de ignorarse, se saludaron amablemente. Es más, Cáceres le marcó a su excompañero, que fue candidato a Gobernador en 2015, que estaba más flaco y este le respondió que se debía a lo arduo de la campaña. Entre risas y buena onda, Turcumán dijo que Enzo Cornejo, ladero del líder del macrismo y que estaba presente, debía someterse a ese trote para bajar unos kilitos.

A los minutos llegó el actual compañero de Turcumán, Vicente Mut, quien ya dentro del diario se ubicó en el escritorio principal que da al salón de fotografía. "Acá mando yo", dijo a las risas ya que iba recibiendo a los que llegaban, contagiando con su ocurrencia a Allende que volvió puntual y se había sumado.

 

Ese grupo fue el primero que se armó y hablaron, entre otras cosas, de los hijos que ya tenía cada uno, entre otros temas. "Cosas de viejo", dijo Mut.      

 

Charla. Eduardo Cáceres y Rubén Uñac mantuvieron una amena conversación política, en la que repasaron algunos escenarios nacionales. Atrás, Marcelo Tejada los escuchaba.

       

Basualdo, que se había quedado en la sala de ingreso atendiendo unas llamadas a su celular, casi que se convirtió en el encargado de recibir a Mary Garrido, candidata a senadora por la Nueva Izquierda. Todo un caballero, la recibió con un afectuoso beso en la mejilla y le preguntó cómo se encontraba tras la campaña. La única mujer entre los postulantes explicó que se encontraba cansada, pero satisfecha tras los esfuerzos que hace su partido para posicionarse. En eso llegó Sergio Campos, el joven compañero de Garrido, quien dijo que andaba a mil con el estudio, el trabajo y la militancia en la fuerza de izquierda. Fiel a su estilo, llegó con una remera con la consigna "políticos sin privilegios".

           

En eso ya estaba Rubén Uñac, quien se vio aquejado por una alergia por el ventoso día. El candidato a senador del oficialismo se prendió en una charla con Cáceres en la que repasaron rápidamente el panorama electoral de provincias como Salta, tierra del peronista Juan Manuel Urtubey.  

           

Los que llegaron muy enchufados fueron Benjamín Kuchen y Alberto Agüero, postulantes a la Cámara alta y baja respectivamente del Frente Progresista Popular. Los dos venían de cantar tangos en la peatonal y dijeron que la gente se había prendido encantada. Kuchen saludó a cada uno de los presentes con su característica amabilidad y especialmente reparó en Campos. Fue un encuentro de dos generaciones: el socialista, de 75 años, y el joven de izquierda, con 28. Agüero, por su parte, dialogó y se interesó sobre el estado de salud de la esposa de Allende, quien se está recuperando de una enfermedad.      

       

También fue de la partida Marcelo Tejada, candidato a diputado nacional de Nueva Dirigencia, quien se mostró más tímido y distante de los grupos, pero siguió atentamente cada conversación.              

 

Reencuentro. Ibarra y Basualdo se saludaron afectuosamente. El primero se había alejado del frente que lidera el segundo, debido a la alianza con el PRO.

 

Los que llegaron tarde fueron Mauricio Ibarra y Carlos Munisaga. El primero, con su humor e ironía característica, dijo que no podía perderse el encuentro que era como el G20, mientras recibía la queja de los que se tenían que retirar para continuar con sus actividades. Munisaga tampoco se salvó, ya que también lo "retaron" por su tardanza. Todos posaron para la foto y raudamente partieron para continuar con el desarrollo y la supervisión de la logística y la fiscalización de las elecciones, no sin antes desearse suerte para mañana.