Zaira tiene 13 años, va a segundo año al colegio Dr. Bernardo Hussey. Su hermanito Bruno, va a 4¦ grado de la Clara Rosa Cortínez. Entre tantísimas coincidencias que tienen ambos -lógicamente por ser hermanos- es que a esta altura de las circunstancias ninguno pasa rabia cuando tiene que estudiar o hacer los deberes para la escuela. Todo lo contrario. Es una aventura desde que su papá -Patricio Cardó que es experto en programación- les mostró los alcances de la inteligencia artificial y más puntualmente del ChatGPT. Desde ese momento, investigar, se convirtió en diversión asegurada, cuentan los integrantes de esta familia.
Probablemente no sean los dos únicos chicos que en San Juan trabajan con esas herramientas. Pero no quedan dudas que con su poca edad ya dieron ese paso tecnológico que les asegura "hacer historia": ambos le cuentan a quien quiera escuchar las bondades de esta aplicación que surgió a fines de noviembre del 2022 y que a los pocos días ya alcanzaba el millón de usuarios que apelaban al diálogo virtual para responder y de la forma más correcta vista hasta el momento cualquier tipo de inquietud. En este caso, siempre la pregunta se hace de manera escrita (no oral).
Para estos hermanos está tan naturalizado este modo de encontrar respuestas que absolutamente todos los días se conectan con la página que "cumple sus deseos", al menos en el ámbito de la comunicación virtual. Y no sólo eso, están tan fascinados que le han compartido este descubrimiento a muchos de sus propios compañeros e inclusive algunas profesoras. Obviamente para los adultos es más complicado y más cuestionable abrazarse como Zaira y Bruno a la herramienta, que a sus pares.
Conectados a la aventura
Hasta no hace mucho, la inteligencia artificial, era para estos dos chicos, algo indescifrable. Claro que todo tomó otro rumbo en aquellos días de paro del inicio de este año escolar y con las pocas perspectivas de clases. Para calmar el aburrimiento de Bruno, su papá, ávido por encontrarle un entretenimiento pero a su vez preocupado por el tiempo perdido en la escuela, sumado a que por su profesión ligada a la Informática siempre está atento a las novedades tecnológicas, se le ocurrió incentivarlo buceando con el ChatGPT algunos temas de la currícula escolar cordobesa, que es la que encontró en Internet. Justamente este experto no niega que le dio un poco de miedo, al principio. Tan solo pensar la puerta que abriría a millones y millones de posibilidades para un chico de tan solo 9 años lo llevaba a cuestionarse. Jamás dejó de pensar, lo confiesa, qué quería para sus hijos. Lo habló con algunos conocedores del tema y se animó. Tarde o temprano, reflexionaría en ese entonces, este avance o mejor dicho este cambio en el razonamiento humano aparecería en sus vidas, como tantos otros. Y no se arrepiente. No solo fue tiempo ganado. Sino que considera que le dio a su hijo, también a su hija mayor con quien tuvo menos reparos porque le fue más sencillo dejar en claro algunas premisas básicas, muchísimos beneficios: la lectura activa, un aprendizaje que les interesa, el incentivo a la curiosidad y fundamentalmente, lo más importante para él, la generación de preguntas cada vez mejor orientadas. "Es que si preguntás bien, el chat te responde bien", aclara el papá, tan fascinado como sus chicos de los avances que han encontrado en la compu.
Tal como lo había supuesto, los dos chicos incorporaron la herramienta de inmediato a la rutina diaria y sin problemas, claro que él supervisa buena parte de las consultas. Les divierte y es hasta un modo de repasar cada vez que tienen una prueba. Otro modo de aprender que les gustaría esté al alcance de todos con tan sólo buscar en Google la página de OpenIA -la empresa que la desarrolló- generar una cuenta y con iniciar sesión, se puede comenzar a preguntar lo que se quiera y se necesite.
"Yo la uso para hacer una tarea o cuando voy a tener una prueba le digo que me ayude a estudiar y me hace preguntas que tengo o que responder, también le he pedido que en vez de preguntas me de opciones para que yo busque. Es como una maestra personalizada. Me encanta. También podés sacar información, es más confiable que googlear porque no siempre se consiguen las respuestas correctas o no lo explica como este chat. Si no uso el ChatGPT en la compu también puedo usar Luzia que es para Whatsapp pero me resulta menos aprovechable", dice esta chica que usa la aplicación en la compu, aunque también podría hacerlo en su celular. Quedó super interesada en temas como la conquista de América y los mayas, por ejemplo, aunque también alguna vez que no sabía qué hacer en el verano, le pidió que le inventara juegos para hacer en la pileta y el chat le propuso divertirse con bombitas que había que quitarle a sus rivales en este caso su hermano y su prima- y reventarlas en el borde. Otra vez se pasó dos horas intercambiando ideas en inglés y en alguna oportunidad le ha aclarado que necesita que sus respuestas sean con "argentinismos" o como se habla aquí. También, como hace teatro en la escuela y con su profe Andrea Huertas, utiliza esta aplicación, para crear personajes o para escribir obras de teatro.
Bruno no se queda atrás. Con el ChatGPT ha conseguido datos sobre historia, geografía, también ha trabajado material de lengua, naturales y sobre algunos de sus ídolos futbolísticos (hay que tener en cuenta que el peque juega al Futsal en La Gloria). Claro que aquí hay un escollo. La información que brinda el chatbot -que en la mayoría de los casos es certera y precisa- solo está actualizada hasta el 2021, por lo que el Mundial de Fútbol, que es una "gran búsqueda de datos", queda fuera del alcance. Todo eso lo ha podido comprobar con su amigo y compañero de la escuela Benja, a quien invitó para que se sume a este camino, sin retorno.
"No hay que olvidarse que así como en los años "70 hubo una marcha de docentes de Matemáticas en contra del uso de las calculadoras, ahora se cuestiona esto que no es muy distinto. ¿Alguien se imagina en la actualidad no usar una calculadora? Esta herramienta hace leer a los chicos porque es un modelo de lenguaje que permite desde analizar textos hasta traducirlos en cualquier idioma. Hay otras IA del tipo que se puede pedir imágenes. Pero a su vez los ayuda a pensar diferente, a entrenarse, a interpretar, pero fundamentalmente
los obliga a esforzarse intelectualmente para preguntar bien. Los beneficios son impresionantes. No tengo dudas que esta generación no es nativo digital sino nativo de inteligencia artificial. Es si, como en todo en la vida, hay que usarlo con responsabilidad", asegura el papá.
Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración familia Cardó
