Tal como estaba previsto, el mes de julio arranca con con un nuevo aumento para los combustibles que rondaría el 5%, un poco más de lo esperado después de la nueva corrida cambiaria y la suba del petróleo a nivel internacional que dejó fuera de juego a los intentos del Gobierno por moderar este nuevo reajuste de precios.
Las petroleras tenían firmado un acuerdo con el exministro de Energía, Juan José Aranguren, para aumentar los precios de los combustibles en un 3% desde julio. Sin embargo, ese compromiso fue con un dólar a $25, lejos de la cotización de los últimos días que puso al la divisa estadounidense al borde los 30 pesos. Por eso, en el sector consideran que esa remarcación ya quedó atrasada. Con este escenario, entienden los empresarios, el próximo aumento será superior a la previsto.
Aunque las compañías siempre tratan de incrementar los precios durante los primeros días de cada mes, los aumentos se harán efectivos durante la semana. Si bien no hay confirmaciones ni oficiales ni privadas, entre las estaciones de servicios creen que podría ser el viernes.
Más allá de un encuentro protocolar con firmas del sector, directivos de YPF estuvieron con el ministro de Energía, Javier Iguacel y le plantearon la situación de la compañía. En esa conversación, YPF manifestó que el 3% pautado ya resulta insuficiente. El número que plantearon en la empresa está más cerca del 5%, pero el ministro quedó en contestarles en los próximos días.
En el sector petrolero hay preocupación porque se avecinan cambios en el sector. El Gobierno estudia reinstalar el "barril criollo", que es un precio de referencia local. Ese mecanismo, que fue pergeñado durante el kirchnerismo, creó distorsiones en el sector. A las petroleras les impusieron retenciones a las exportaciones y eso desalentó la producción, que empezó a caer.
Las compañías creen que los cambios podrían ser anunciados entre jueves y viernes.
Las petroleras aseguran que tienen un retraso de sus importes del 30%. Es por el aumento del precio del crudo -que cotiza en dólares- y la devaluación del peso frente al dólar, que es imposible de medir porque nadie sabe hasta dónde puede llegar.
YPF le manifestó al ministro de Energía que necesita una corrección superior a la hablada con Aranguren. Aunque la empresa cotiza en las bolsas (Buenos Aires y Nueva York), hay preocupación en sus directivos por el resultado del próximo trimestre. La acción de YPF cayó más de un 25% desde mayo. La salida de Juan José Aranguren del ministerio de Energía provocó que las empresas de ese sector teman por el futuro de los marcos regulatorios.
Aranguren había acordado con las petroleras un congelamiento tarifario entre mayo y julio. Ese entendimiento se realizó cuando el dólar estaba cerca de $22, pero fue de imposible cumplimiento cuando se acercó a los $25. En junio, las compañías aplicaron una suba del 5% y se estimaba que la recomposición de julio era del 3%. Ahora, se estima un alza más cercana al 5%.
Arabia aumentará la producción de crudo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó ayer en su cuenta de Twitter que el rey Salman de Arabia Saudita había aceptado su pedido de aumentar la producción de petróleo "tal vez en hasta 2 millones de barriles" para compensar los bombeos de Irán y Venezuela.
"Acabo de hablar con el rey Salman de Arabia Saudita y le expliqué a él que, debido a la agitación y disfunción en Irán y Venezuela, estoy solicitando que Arabia Saudita aumente la producción de petróleo, tal vez hasta 2.000.000 de barriles, para compensar la diferencia. ¡Los precios han subido! ¡El ha aceptado!", escribió el mandatario en Twitter.
Durante la conversación, el rey saudí y Trump enfatizaron la necesidad de preservar la estabilidad del mercado petrolero y los esfuerzos de los países productores de crudo de compensar cualquier posible escasez.
Arabia Saudita, el mayor exportador global de petróleo, tiene una capacidad máxima sostenible de 12 millones de bpd, pero el principal exportador de petróleo del mundo y el mayor de OPEP, nunca ha probado ese alto nivel de producción.