El corazón late sin esfuerzo de cada persona. Por eso, casi no se le da importancia, aunque su movimiento es extremadamente complejo y de él depende que todo funcione. Las enfermedades cardiacas son cada vez más usuales, como consecuencia, es importante tener en cuenta ciertos cuidados que permiten alargar la vida y mejorar su calidad.

 

Según un estudio longitudinal de la Sociedad Americana del Corazón, que evaluó a 17.939 personas durante 40 años, quienes mantienen una buena salud del corazón en la mediana edad viven casi cuatro años más que el resto y gastan un 22% menos en tratamientos para enfermedades crónicas en su vida.

 

Para preservar la salud del corazón hay que tener en cuenta estos factores según cada edad.

 

Si tiene entre 20 y 30 años

 

A pesar de la juventud, el corazón merece todas las atenciones: conviene tomar conciencia para mantener el corazón en buenas condiciones y, ser consciente —cuanto antes— de lo que se hace mal y de lo que se debería hacer para estar mejor. Por eso, es bueno comenzar a recibir consejos médicos sobre estilo de vida. Sumado a eso, se debe iniciar la realización de estudios de control arterial, colesterol, glucosa o peso. Además, es bueno practicar ejercicio en una etapa en la que el cuerpo estará perfectamente preparado para abordarlo y, por supuesto, evitar el tabaco.

 

Si tiene entre 30 y 40

 

El trabajo y el estrés, la posible crianza de los hijos y la multiplicación de las preocupaciones y responsabilidades pueden comenzar a hacer mella en el corazón. Así, es conveniente conservar los hábitos de vida saludables y comenzar, si ya se han tenido, e inculcarlos a los hijos para crear en ellos un patrón. Mantener las visitas al médico, puesto que comenzará a estudiar con más profundidad los patrones y antecedentes familiares para reforzar las acciones de prevención. Y luchar contra el estrés, que aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que se traduce en daños en las arterias, por lo que resulta muy importante aprender a controlarlo.

 

Si tiene entre 40 y 50

 

Llega el momento de"comenzar a vigilar con mayor énfasis el peso, dado que el metabolismo tiende a disminuir a partir de estas edades, y controlar también los niveles de glucosa, sin perder de vista el ejercicio. No ignorar los ronquidos, puesto que uno de cada cinco roncadores padecen apneas de sueño que pueden derivar en enfermedades cardiacas y cerebrales. No sólo son molestos, sino que también son peligrosos.

 

Si tiene entre 50 y 60

 

Quizá hayan aparecido los primeros diagnósticos desfavorables relacionados con la hipertensión, con el colesterol o con la diabetes. Ha llegado el momento de ponerse realmente serios. Hay que mantener con decisión los tratamientos y controles médicos, así como revisar la alimentación y abandonar definitivamente los hábitos poco recomendables. Se debe seguir así cuando se sobrepasan las siguientes décadas, teniendo siempre presente que la vejez tan sólo es juventud acumulada, pero que jamás hay que apartarse del ideal de bienestar ni dar por descartada la prevención.

 

Fuente: El País