Mantener ordenada el aula, con los pasillos y puertas libres de obstáculos o muebles que eviten el paso de las personas, son algunas de las cosas que se les enseña a los niños de las escuelas primarias de San Juan. Es que, al vivir en una zona con alta peligrosidad, la prevención sísmica es parte de los contenidos transversales obligatorios de todos los establecimientos educativos de nivel primario. "En el diseño curricular provincial tenemos núcleos transversales que son contenidos, que deben tratarse desde distintos enfoques y que atraviesan todas las áreas. Todo lo que tiene que ver con educación sísmica y ambiental, son los ejes transversales que se tienen que enseñar en todas las escuelas", dijo Claudia Díaz, subdirectora de Educación Primaria del Ministerio de Educación, al explicar la importancia que tiene esta temática en las escuelas locales.
Crear conciencia en los pequeños, que no sientan miedo, sepan actuar ante un sismo y que a la vez se conviertan en agentes multiplicadores de lo que se aprende en educación sísmica, es el objetivo que tiene el hecho de tratar esta temática en las escuelas. Y eso va más allá de lo que se enseñe de manera práctica y teórica a los chicos, ya que obliga a todas las instituciones a tener un plan de contingencia y que cada uno de los actores de los establecimientos lo conozca.
"Cada escuela tiene que saber cuáles son las salidas más seguras, cuál es el punto de encuentro, qué debe hacer cada adulto en el momento de un sismo y cómo tienen que movilizarse los chicos para evacuar el edificio. Todo eso es lo que se estudia y enseña dentro de las escuelas", explicó la funcionaria y dijo que lo idea es que las escuelas hagan al menos, una vez al mes, un simulacro de evacuación para que los chicos tengan "aceitados" los movimientos que deben realizar.
"El conocimiento da tranquilidad y si los chicos saben cómo actuar no sentirán miedo ante un terremoto. Los adultos somos los que les contagiamos el temor y por eso los docentes también son capacitados permanentemente con Defensa Civil para que sepan actuar en emergencias", agregó la funcionaria.
Si bien Díaz dijo que ella no puede asegurar que en todas las escuelas los simulacros se hagan en los tiempos ideales, por cuestiones organizacionales de cada establecimiento, dijo que sí se pidió a los directivos que los hagan durante el acto de izamiento de la Bandera, en los actos escolares, durante los recreos y en hora de clases. Es que se busca que los chicos y los adultos sepan actuar en distintos escenarios. "Vemos en los simulacros que los chicos responden muy bien ante estas situaciones, pero consideramos que los papás tienen que aprender un poco más. Nos pasó que ante un sismo, los padres saturan el teléfono de la escuela y eso no se debe hacer, porque el teléfono debe usarse para alguna emergencia, tras un terremoto. Igualmente, nos pasa que hay escuelas que los padres no conocen dónde pueden o no estacionar un vehículo y eso es una deuda pendiente que tenemos. Los chicos tienen más clara la situación que los padres y saben qué hacer en la escuela, pero no en sus casas", concluyó la subdirectora de Primaria y pidió a los papás que tengan con sus familias un plan de contingencia, como lo hay en las escuelas, para que los niños apliquen lo que aprenden en clases.
Más a fondo
Si bien en toda la primaria se enseña sobre educación sísmica, en 4to grado los alumnos ven a más a fondo la temática. Es que es cuando la mayoría de los contenidos se centran en San Juan y su geografía. "Ahí los chicos aprenden hasta cómo se producen los terremotos", explicó Díaz.