
José Néstor y Carlos Washington Lencinas, padre e hijo respectivamente, fueron dos destacadas figuras mendocinas, disidentes de la Unión Cívica Radical, que actuaron con notoriedad en aquellas convulsionadas primeras décadas del siglo pasado. Ambos personajes, como sabemos, originaron en Mendoza un movimiento político conocido como lencinismo, similar al cantonismo sanjuanino. Sin embargo sus pertinentes actuaciones revisten de algunas características que la tornan particular, ello esta dado por el acentuado R criollismo que reflejan sus acciones.
José Néstor Lencinas, apodado "el gaucho", se inició joven en la política, coronándose gobernador de Mendoza en el año 1918. Soslayando la cuestión inherente a su función pública, llama la atención el acabado conocimiento que poseía de la cultura criolla. Este saber logró que actuara con discernimiento con sus paisanos a los que logró atraerlos y cautivarlos. La táctica utilizada por el mendocino motivó asombro en la época. Sus discursos estaban desprovistos de acentos ceremoniosos, utilizando un lenguaje llano y sencillo, acercándose a los desposeídos sin ningún tipo de desaire. Además los biógrafos expresan que poseía un increíble caudal de nociones acerca de lo telúrico, que lo convirtieron en un auténtico caudillo popular. Así por ejemplo dicen que tenía la habilidad de ejercer el curanderismo. Adicto a las fiestas criollas, solía engalanar sus arengas políticas con un grupo de guitarreros siempre dispuestos a entonar una típica tonada cuyana.
Su hijo mayor, Carlos Washington, alias "el gauchito" continuó con el derrotero de su ascendiente, heredando y enfatizando su criollismo. En 1920 fue electo diputado nacional y años más tarde también fue elegido gobernador. Igual que su progenitor se preocupó por los peones y paisanos, con quienes se sentía hondamente identificado. Montado en su caballo recorrió apartados sitios del suelo mendocino, ataviado con vestiduras gauchas, las que cubrían su físico vigoroso. Gozaba de natural destreza para "puntear" una guitarra, tarareando alegres canciones cuyanas. Otra habilidad del "gauchito Lencinas" fue su prodigiosa memoria, condición que le permitió registrar minúsculos hechos o pormenores de la cultura de sus partidarios, posibilitándole establecer con ellos una personal comunicación.
La época lencinista simboliza en Mendoza un perfil político de originales rasgos. El marcado sentimiento hacia lo autóctono superó a otras parcialidades o divisiones de la época, surgidas del seno de la Unión Cívica Radical.
Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magíster en Historia
