El Colegio Argentino de Ingenieros en Minas  emitió un comunicado de prensa  tras el anuncio del gobierno  Nacional  sobre el cambio en el esquema de retenciones  que afecta directamente al sector minero.

 

Según explicaron, la medida se traducirá en despidos,  pérdida de competitividad y un freno en la exploración.

 

"Pérdida de puestos de trabajo directos e indirectos por cierre adelantado de minas. Aplicar retenciones implica desocupación", algunas de las consecuencias que los profesionales avizoran tras los cambios.

 

El texto fue firmado por el presidente de la institución, Marcelo Bellini.

 

El comunicado completo: 

 

“Poco más de 18 meses pasaron para que se derrumbara el anuncio formulado en enero de 2016 por el Presidente en la provincia de San Juan, respecto de la quita de las retenciones, que significó la prolongación de la vida útil de Alumbrera, Manantial Espejo, Pirquitas, Casposo y Gualcamayo que estaban cerca de su cierre.

 

El resto de las minas prolongaron su vida útil. Hubo proyectos que comenzaron a intensificar la exploración, otros iniciaron los estudios de pre-factibilidad pronosticando un futuro marcado por el optimismo para inversores, trabajadores, profesionales, prestadores de servicio, y también para las recaudaciones provinciales, municipales y nacionales.

 

Podríamos afirmar que “ley pareja…” o que “todos somos iguales ante la ley”, pero, ¿alguien calculó qué se gana y que se pierde con esta medida?

 

Algunas reflexiones y cifras son elocuentes:

 

– Ningún país del mundo castiga la producción y desalienta la Inversión.

 

– Las retenciones hacen subir la ley de corte (ley mínima de mineral que debe tener una mena para ser económicamente explotable), con lo cual recursos que antes resultaban económicos se desperdician definitivamente, adelantando la fecha del cierre de minas.

 

– Menos exportaciones y disminución de compras de bienes y servicios. Menor recaudación por la disminución de la actividad.

 

– Las inversiones mineras que llegaron a Chile entre 2003 y 2016 alcanzaron 80.000 millones de dólares, en Perú 52.000 millones, y para Argentina sólo 10.500 millones. La presión tributaria sobre el PBI minero es del 36% en Argentina, 14% en Perú y 16% en Chile. Ante esos valores, con la suma de las retenciones, ¿quién apostará por invertir en la minería Argentina?

 

– La recaudación esperada con esta nueva carga tributaria apenas alcanzará el orden de los 300 millones de dólares, contra más de 3.600 millones que ingresarían en concepto de exportaciones, impuesto a las ganancias y regalías.

 

– Pérdida de puestos de trabajo directos e indirectos por cierre adelantado de minas. Aplicar retenciones implica desocupación.

 

– No aprendimos del caso mina Alumbrera, donde las retenciones que significaban 43 millones de dólares de ingresos y cierre en mayo de 2017, deben compararse gracias a la extensión de su vida útil tras la quita de retenciones con 835 millones adicionales de exportaciones, que generaron 522 millones de dólares de aportes a la economía argentina. Sólo en aporte a las ganancias se duplicó lo que se iba a recaudar con retenciones.

 

– 117 PyMES mineras motoras de economías regionales en 12 provincias, que se vieron beneficiadas por la quita de las retenciones, ven amenazada su continuidad. Esas empresas son productoras de minerales industriales y rocas de aplicación: cal industrial, feldespato, yeso, cemento, caliza, cuarzo, bentonitas, sales, dolomita, talco, grafito, arcillas, areniscas, mármoles, caolines, pizarra, granitos, piedra pómez, perlita, fluorita.

 

Los efectos adicionales a este tributo son, entre otros:

 

– Daño a la seguridad jurídica y a la atractividad de inversiones que tanto necesitamos en minería.

 

– Pérdida de competitividad regional e internacional.

 

– Perjuicios contra provincias cordilleranas junto con la gran meseta patagónica, donde sus habitantes y empresarios locales son condenados a renunciar a la esperanza de empleos de calidad muy bien remunerados.

 

– La exploración volverá a detenerse. Tomarán con más intensidad rumbo hacia Chile y Perú. Se renuncia a la etapa minera que alumbra nuevos yacimientos y permite extender la vida de las minas cuando se acerca el fin de los recursos.

 

Un capítulo aparte merece la minería del litio, que también está amenazada ante esta realidad, donde una vez más Chile se convertirá en el segundo productor mundial detrás de Australia, disminuyendo nuestra pretendida significancia en el contexto internacional.

 

Al decir de Aldous Hukley: La realidad no se puede ignorar, excepto que se pague un precio; y cuanto más persista la ignorancia, tanto más caro y terrible se vuelve el precio que se debe pagar.

 

Hoy como en 1862, cuando el gobernador Sarmiento le escribía al presidente Mitre, el CADIM insiste con aquel enunciado: "Ayúdeme en las minas que enriquezco la República. Las minas son el fuego sagrado que lleva los hombres al desierto para poblarlo, y como requieren inteligencia civilizan a la par que pueblan, y como dan productos pesados: nos señalan el camino de los ferrocarriles y del comercio".