La Organización Mundial de la Salud (OMS) infoirmó que “se han presentado algunas pruebas" que el virus del COVID-19 "puede producir infección intestinal y estar presente en las heces".
Un estudio publicado a inicios de marzo reveló que en 73 pacientes hospitalizados, más de la mitad tenían rastros del virus en sus heces, y muchos de ellos no presentaban síntomas gastrointestinales.
De acuerdo a la investigación, es posible que aún cuando el patógeno se haya eliminado del tracto respiratorio, puede mantenerse en el tracto gastrointestinal. En China, un estudio realizado en mayo a 74 pacientes estableció que más de la mitad de las veces, muestras fecales se mantuvieron positivas para el coronavirus durante un promedio de poco más de 11 días luego que muestras en su garganta dieran negativo.
El estudio
Investigadores chinos, que por medio de una simulación por computadora establecieron la forma en que al “tirar la cadena”, se crea una nube de gotas de aerosol que de acuerdo a los resultados, puede durar lo suficiente para que alguien respire las gotas y en teoría, se infecte, si es que se confirma que el virus puede sobrevivir en las deposiciones.
El estudio, publicado en la revista Physics of Fluids, empleó modelos matemáticos para simular el flujo de agua y aire generada cuando descargamos el inodoro, tanto en aparatos con una sola entrada para la descarga de agua, y otro con dos entradas.
Para el estudio se usó el mismo modelo simulador de las gotas de aerosol expulsadas en una tos humana, aunque en este caso para imitar el movimiento de las gotas que salen disparadas al aire cuando descargamos el inodoro. De esta forma, descubrieron que entre el 40% y el 60% del número total de partículas puede elevarse por encima del asiento, “alcanzando una altura de poco más de un metro desde el suelo a una velocidad ascendente de hasta 5 metros por segundo”, según la investigación.
“Incluso en el período posterior al enjuague, entre 35 y 70 segundos después de la descarga, la velocidad ascendente de las partículas puede alcanzar hasta 0.37 cm/s, y continúan subiendo”, señala el estudio.
“Se puede prever que la velocidad será aún mayor cuando un inodoro se usa con frecuencia, como en el caso de un inodoro familiar durante un tiempo ocupado, o un inodoro público que sirve a un área densamente poblada”, indicó Ji-Xiang Wang, de la Universidad de Yangzhou y coautor del estudio.
Los autores recomiendan sólo por precaución, en los baños -sobre todo públicos-, sería bueno prevenir cualquier situación relacionada a la propagación de aerosoles sólo bajando la tapa antes de descargar el WC. Además, aconsejan limpiar el asiento del inodoro antes de usarlo, ya que las partículas flotantes de virus podrían haberse asentado en su superficie, y lavarse bien las manos, ya que en el botón de descarga y la manija de la puerta también podrían quedar restos del patógeno.