Sin dudas que el retorno no fue el esperado, pero aun así y con más de 150 días sin actividad, los propietarios de jardines maternales se mostraron con muchas expectativas de salir a flote. Es que gracias al buen estatus sanitario de la provincia, las guarderías infantiles fueron habilitadas por el Comité Covid-19 para abrir sus puertas y si bien la asistencia en la mayoría fue muy baja, confían en que mejorarán siempre que San Juan se mantenga libre de virus.

El protocolo exige como puntos fundamentales limitar la cantidad de chicos de acuerdo a la capacidad del jardín: hasta tres chicos por sala y asistidos por la maestra. Es por eso que muchos jardines se ven limitados y decidieron no abrir sus puertas, en cambio los que optaron por arrancar dijeron que la ganancia será casi nula, pero por lo menos con esta reapertura podrán costear los gastos fijos como alquiler e impuestos.

"Poder abrir fue un alivio, hemos pasado por una situación caótica y angustiante. Pensábamos cerrar porque ya no podíamos seguir pagando el alquiler, así que este nuevo comienzo nos trajo una esperanza", comentó María Elena Valenzuela, una de las propietarias del jardín "Entrepeques". Allí, Valenzuela junto a su socia Mariela Calpena fueron las encargadas de recibir a los pequeños en el inicio, mientras que a las maestras que se desempeñaban allí las irán sumando a medida que vayan teniendo mayor concurrencia. Antes de la pandemia contaban con una matrícula de 50 chicos repartidos en tres turnos (de 8 a 21 horas) pero ahora podrán recibir hasta 21 chicos por turno, pues cuentan con siete salas.

En tanto que en "Abracadabra" en Rivadavia, ayer recibieron 11 chicos y casi completaron el cupo en las cuatro salas con las que cuentan. Roxana Mas y Daniela Greguar se mostraron muy conformes con el retorno. Allí, en marzo tenían una matrícula de 90 chicos repartidos en tres turnos y ahora podrán con 24 como máximo ya que tienen dos turnos habilitados. "Como nos vemos limitadas y los gastos son mayores, decidimos subir la cuota un 50%. Estamos arrancando desde cero pero tuvimos una respuesta muy positiva por parte de los papás, así que confiamos plenamente que saldremos adelante", comentó Mas.

En el jardín maternal céntrico "Patatín Patatero", ayer fue un solo pequeño quien asistió. "Sabemos que esto va a ser lento, pero tenemos una esperanza porque con casi todas las actividades ya reactivadas, los papás ya no pueden cuidar a los pequeños así que seguro que vamos a remontar", comentaron Analia Alarcón y Sonia Alé, sus propietarias quienes agregaron que subirán la cuota el mes próximo, pero será ínfima: un 7%.

También con un inicio muy flojo arrancó el jardín IUPI. Ayer contaron con tres chicos y como cuentan con tres salas pueden recibir hasta 9 por turno. "Es un arranque muy tranquilo pero es un gran logro", comentó Verónica Bustos, una de las propietarias quien se las ingenió todos estos meses atrás vendiendo comidas y kit educativos para solventar gastos.

 

Padres que encontraron un alivio con la apertura

Contención. Los cambios de hábitos se notaron en el inicio de los jardines.
 

Si bien la reapertura de los jardines maternales no fue la esperada por los propietarios, para muchos padres significó una enorme solución. "Soy docente y mi esposa también. Yo trabajo en Sarmiento así que ya arranqué la semana pasada y mi mujer sigue con clases virtuales pero se hace muy difícil estar en la computadora y prestarle la atención que la nena necesita", comentó Néstor Torrent, papá de Catalina de 1 año y medio quien asiste al jardín "Entrepeques".

"Necesitábamos que abriera el jardín, no sólo porque se nos complicaba por nuestros trabajos sino porque tenemos hijos adolescentes y Cata es la más chiquita y hacía meses que no tenía contacto con nenes de su edad, es por eso que ahora le está costando arrancar", comentó.